El amplio salón de Renatto Eventos generó el escenario ideal para que, de un lado, los conductores Julio Turcumán y Leonardo Domínguez llevaran a cabo las entrevistas con dos o tres invitados y en otro sector, el resto de los protagonistas se acomodara en las sillas, bromearan y cuchichearan, brindando anécdotas deliciosas.

Como cuando Roberto Gattoni, ministro de Hacienda, explicaba ante los micrófonos el plan que el Gobierno tiene en mente para premiar a los municipios que sean eficientes. Juan Carlos Gioja, intendente de Rawson, entre risas gritaba “muchas ideas, pero que pague”. El pocitano Fabián Aballay no se quedó atrás y le reclamó al ministro que “empiece pagando el almuerzo”. Cuando se juntan, los dos jefes comunales son de los más divertidos y compinches.

El que vio la oportunidad para hacer una gastada y no la desaprovechó fue Eduardo Cáceres. El macrista estaba conversando con el diputado justicialista Rubén Uñac y lo felicitó por la camisa amarilla que llevaba puesta. El color es el que identifica al PRO de Mauricio Macri, por lo que el hermano mayor del Gobernador rompió en risas y dijo que “lo hice a propósito”, aunque luego devolvió el golpe señalando que desconocía que el macrismo usara ese color.

Mientras se desarrollaba el programa, Susana Laciar y el ministro Alberto Hensel aprovecharon para conversar y la diputada dijo sonriente que recordó épocas pasadas, dado que “hemos sido compañeros”, haciendo referencia al pasado basualdista del funcionario.

En el final del programa, el cantante Diego Villegas fue el encargado del cierre, dedicándole una canción a Pocito, tierra del Gobernador, y otra a la diputada Susana Laciar, la única mujer presente. Y a pedido de los invitados, Hensel subió al escenario, recitó unos pasajes de Vallecito de Huaco y se animó a unos coros, en una actuación que se está volviendo costumbre.

CONFUSIÓN:

Al radical Mario Capello se le perdió la brújula para llegar al local de Renatto Eventos, ubicado sobre Libertador casi Urquiza, sumado a que recibió direcciones que lo confundieron aún más. Primero se dirigió hacia calle España y avenida Central y al preguntar dónde quedaba el lugar, unos vecinos lo mandaron a Central y Ameghino. Tras esos despistes, llamó a los productores del programa y aunque tardó, pudo llegar a la reunión.

SORPRESA:

El ministro Alberto Hensel asistió a la reunión con un pantalón blanco reluciente, pero se llevó una sorpresa cuando se levantó de la silla que había elegido y notó que estaba cubierto de pelusa y manchas oscuras. Inmediatamente, trató repetidamente de limpiarse y el intendente Juan Carlos Gioja, entre risas, comenzó a pedir que Radio Sarmiento o DIARIO DE CUYO se hagan cargo de la tintorería.

ORGULLO:

El primero en llegar puntualmente a la cita fue el ministro Roberto Gattoni, quien aprovechó el tiempo libre para hablar de una de sus debilidades: su hijo Leandro. El funcionario sacó una foto y mostró que su muchacho había estado tomando mate con el papa Francisco y se enorgullecía al mencionar su talento en el estudio de materias financieras y su paso por universidades del exterior.

RECUERDOS:

Uno de los tramos más divertidos durante la entrevista radial se dio cuando Fabián Aballay y Sergio Uñac recordaron cuando de jóvenes fueron a bailar al centro. Para regresar a Pocito, tuvieron que hacer dedo y los levantó un camión. Cerca de llegar a destino, el conductor los apuró porque estaba corto de tiempo, por lo que Sergio descendió por las escaleras de la movilidad. Pero como el camionero insistía y a riesgo de que se fuera, Aballay se apresuró y al bajar las mismas escaleras, le pisó la mano a Sergio, quien no pudo contener el grito de dolor.

CABALLEROS:

Como Susana Laciar fue la única mujer entre todos los presentes, gozó de algunas atenciones. Cuando llegó y buscaba una silla, los ministros Gattoni y Hensel que ya se habían acomodado, se levantaron rápidamente y casi que se pelearon para ofrecerle el asiento.

BOCADITOS:

Como el programa se extendió hasta las 14, los invitados sucumbieron ante la tentación de los bocaditos que servían los mozos de Renatto Eventos. Los que terminaban de hablar en la radio salían volando a buscar las bandejas con las exquisiteces y se posaban en la barra para tratar de engañar al estómago en el horario de almuerzo.

SIN PARAR:

Enzo Cornejo, secretario General del PRO, llegó junto a Eduardo Cáceres y después de saludar a los presentes, no se pudo despegar del celular por varios minutos. Debido a los llamados que recibía, el macrista se desplazó por varios lugares del salón hasta que se sentó en la zona de la barra para hablar con tranquilidad. Cerca del final del encuentro pudo alejarse del teléfono móvil y descansar de las llamadas.