Las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) costarán alrededor de 2.700 millones de pesos y, si bien se utilizarán en 18 provincias, sólo un número minoritario de partidos dirimirán sus candidatos con esa herramienta. A días de su realización, la vigencia de las PASO fue puesta en duda desde el Gobierno nacional y el propio presidente Mauricio Macri se manifestó en su contra e, incluso, llegó a afirmar: ‘No me gustan las PASO, no me gusta que se pierda el tiempo, cuando hay tantas cosas por resolver, tantos problemas en la sociedad para construir una solución, el tiempo es escaso y de campaña tanto tiempo adicional…‘.
Según datos oficiales de la Secretaría de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, entre las elecciones de agosto y octubre el saldo total rondará entre los 5.200 millones de pesos, sin embargo, sólo las PASO tendrán un costo entre los 2.600 y 2.800 millones de pesos, un 4 por ciento más caras que las elecciones generales. El sistema fue implementado por la expresidenta Cristina Fernández en 2009, aunque ahora, en 2017, se negó a competir dentro del PJ contra el exministro Florencio Randazzo y prefirió crear Unidad Ciudadana.
De hecho, el peronismo disputará las PASO sólo en 9 provincias; Jujuy, Santa Fe, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Entre Ríos, Tucumán, Chaco y la ciudad de Buenos Aires. En tanto, el Frente para la Victoria (FPV), que representaba a la exmandataria, tendrá interna en Santa Cruz y Chubut.
La misma regla de las listas únicas utilizó Cambiemos, ya que negaron la participación del exembajador en Estados Unidos Martín Lousteau en la ciudad de Buenos Aires, donde Elisa Carrió encabezará la pelea electoral, aunque en 10 provincias deberán elegir sus candidatos.
Cambiemos tendrá PASO en Santa Cruz, Córdoba, Chaco, Salta, Neuquén, Mendoza, Entre Ríos, Catamarca, San Juan y San Luis.
Santa Fe, como excepción, presentará 10 partidos con distintas listas cada uno, en tanto, el Frente Progresista tendrá interna en La Pampa, el Movimiento Popular Neuquino (MPN) en Neuquén, y Somos Corrientes, la alianza integrada por liberales y autonomistas, en Corrientes. En tanto, el Frente Patriota Bandera Vecinal se presentará en la provincia de Buenos Aires con disputa sólo en la categoría de senadores.
La cuarta edición de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), que se realizarán este domingo, puso en debate como nunca antes este peculiar sistema de selección de candidatos, otro invento argentino: no se registra en el mundo ningún otro que obligue a partidos y electores a ir a comicios para elegir postulantes. Las objeciones, más o menos compartidas por la dirigencia de Cambiemos, y no de la oposición, se podrían resumir así: demasiado gasto (2.600 millones de pesos) para una elección que registra poca competencia interna de cada partido político participante.
En su momento, al ser instauradas, el argumento central fue que con las PASO se iría a ‘transparentar‘ el proceso de elección de candidatos de cada fuerza. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, dio la primera puntada sobre la idea de archivar las PASO: ‘En una elección donde la mayoría de las fuerzas no va a una primaria, parecería redundante realizarlas‘, apostó.
Otro punto de cuestionamiento de las PASO son las encuestas.‘El 60% de los consultados entiende que las PASO no son útiles y eso es una alarma‘, advirtió a Télam el politólogo Leandro Querido, al analizar una encuesta encargada en la provincia de Buenos Aires por Transparencia Electoral.
‘Uno de los datos más impactantes de la encuesta es que el 60% de los consultados entiende que las PASO no son útiles y eso es una alarma. Las PASO fueron una respuesta a un reclamo de la ciudadanía de 2008, 2009, cuando ésta demandaba más participación a los partidos políticos. Por eso surgió el proyecto de las primarias abiertas y obligatorias. Después, algunos partidos o candidatos, de acuerdo al contexto, han elegido algún atajo y esto se refleja en el estudio que hicimos‘, explicó Querido, a esta agencia, sobre el resultado del sondeo que se hizo sobre la base de 800 consultas telefónicas en la provincia de Buenos Aires.
La encuesta también evaluó la percepción de la transparencia del proceso y arrojó resultados que, según Querido, ‘no son muy alentadores‘. ‘Nuestro sistema electoral es muy complejo, muy tradicional y ha sufrido cuestionamientos muy profundos.
Descenso progresivo a la hora de ir votar
Se verá si en esta cuarta oportunidad en la que se celebran Primarias Abiertas Simultáneas y
Obligatorias (PASO) se mantiene la tendencia en descenso de las tres anteriores ocasiones, con un promedio de afluencia a las urnas del 76,19% sobre el total del padrón, de acuerdo a datos de la Cámara Nacional Electoral. Esa cifra significa que, en la corta vida que lleva este mecanismo para la definición de candidatos para cargos electivos, tres de cada cuatro ciudadanos expresaron su voluntad en el cuarto oscuro, mientras que el restante -por distintos motivos- no emitió su voto que, al igual que ocurre en cualquier elección en el país, también para las PASO es obligatorio.
Un repaso de las cifras oficiales de las tres primarias celebradas a nivel nacional indica que en el 2011, cuando se estrenó el mecanismo en las urnas, concurrió a votar el 78,67% del padrón. En la siguiente ocasión, en el 2013, lo hizo el 75% de los ciudadanos habilitados para sufragar; mientras que, en el 2015 -de cara a las elecciones presidenciales y legislativas- la afluencia de votantes fue del 74,91%.