La tijerita y la regla se convirtieron ayer en aliados inseparables de las autoridades de mesa. Y fueron estos elementos los que ayudaron a acelerar el proceso de votación que a primera hora de la mañana fue lento por la dificultad que presentó el corte del troquel que reemplazó al sello en el DNI, por primera vez. Sin embargo, a pesar de los pronósticos que indicaban que por los cambios introducidos para estas elecciones el votante se iba a demorar unos 5 minutos para emitir el sufragio, ayer la tardanza osciló entre 1’45’’ y 2’. Todo esto, en una jornada tranquila y sin disturbios, según los datos de la Policía de San Juan.
A diferencia de las elecciones de 2011, esta vez, las autoridades de mesa estuvieron temprano en las escuelas. A las 8 estaba conformada la mayoría de las mesas y no hubo problemas con la presentación de la documentación. Lo que sí denunciaron algunos candidatos fue el faltante de votos en varias escuelas.
Lo que sí agitó el clima en las escuelas fue que muchos de los votantes no sabían dónde tenían que ir. Es por eso que fue frecuente ver a la gente consultado los padrones de las escuelas y hasta preguntándole a la Policía. Muchas de las dudas fueron salvadas por los delegados de la Junta Electoral, que estaban en todas las escuelas donde se votó ayer. Algunos tenían chalecos identificatorios y todos poseían artefactos electrónicos, como celulares y netbooks, que usaron para hacer las consultas de la gente de manera online. Así y todo, la página de la Junta Electoral donde se podía consultar padrones, colapsó a primera hora de la mañana.
A mediodía, un 40% del electorado sanjuanino había emitido su voto.
Una cifra similar a las pasadas elecciones de octubre de 2011, cuando la jornada electoral fue rápida y tranquila. Distinto a lo que sucedió en las internas abiertas de agosto de 2011 cuanto la votación fue muy lenta y la gente se quejó porque los sobres quedaron chicos.
Ayer una consulta frecuente por parte de los votantes fue qué se hace con el troquel que entregaron como comprobante. Fue la gente de más edad la que tuvo más incertidumbre y la que confesó extrañar el sello en el documento. También hubo casos de votantes que se olvidaron el troquel en la mesa.