Buenos Aires, 10 de abril.- El kirchnerismo trata casi en soledad los proyectos para la reforma judicial en un plenario de comisiones del Senado, luego de que la UCR, el Frente Amplio Progresista (FAP) y el peronismo disidente resolvieran no asistir al debate.

La discusión comenzó con una breve exposición del ministro de Justicia de la Nación, Julio Alak, quien puso especial énfasis en la "necesidad de transformar el Poder Judicial" para hacerlo "más democrático, más rápido y más eficiente".

Luego, el secretario de Justicia, Julián Álvarez, cuestionó que las “corporaciones judiciales” quisieron escindir lo técnico de lo político y “así los jueces tenían que saber sólo sobre la validez de las normas, sin pensar en lo político y lo social”.

“Cuándo Néstor bajó los cuadros –en alusión a las imágenes de Videla y Bignone en el Colegio Militar-, interpeló a toda la sociedad y en esa sociedad están incluidos todos los jueces”, resaltó Álvarez.

El funcionario destacó que la nueva conformación del Consejo de la Magistratura que impulsa Cristina Kirchner es “totalmente equilibrada”, conforme a lo que ordena el artículo 114 de la Constitución Nacional, en lo que pareció ser una respuesta a algunas críticas opositoras.

La reforma del Consejo de la Magistratura, que prevé la ampliación del cuerpo y la elección de sus autoridades a través del voto de la ciudadanía, fue el primero de los proyectos en tener dictamen a una hora y media de empezado el plenario.

La oposición, ausente

Más temprano, luego de que el senador kirchnerista Aníbal Fernández declarara que "no hacen falta modificaciones" a los proyectos, representantes de la oposición en el Senado resolvieron no bajar a debatir la iniciativa a las comisiones.

“Interpretamos que este avance sobre la Justicia está buscando la impunidad para el día después de que dejen el Gobierno. Hemos decidido no convalidar esta nueva puesta en escena y vamos a dar el debate directo en el recinto”, declaró el senador radical Enrique Cimadevilla.

El legislador chubutense indicó que participar de la discusión en comisiones e invitar a personalidades académicas para que se expresen sobre el tema sería "una falta de respeto" a la gente.

El socialista Rubén Giustiniani adelantó además que el interbloque del Frente Amplio Progesista adoptaría la misma postura en rechazo a la "metodología" adelantada ayer por Fernández.

"Están pateando su propio tablero, adelantando que no van a permitir la modificación de una sola coma y que van a firmar el dictamen hoy mismo y que la semana que viene quieren la ley; consideramos un grave error del Gobierno haber dado la directiva de impedir un debate democrático", declaró Giustiniani.

Norma Morandini y Ernesto Sanz se expresaron en el mismo sentido y aseguraron que no quieren ser "cómplices" de la reforma impulsada por Cristina Kirchner con 6 proyectos.

Luis Juez pidió, además, la presencia del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, para que indique si está de acuerdo o no con la reforma planteada por el Gobierno. Por lo pronto, ayer el magistrado aseguró que no puede expresarse al respecto ya que podrían llegar casos de inconstitucionalidad a instancias de la Corte y su opinión podría ser un prejuzgamiento.

Más temprano, el titular de la Comisión de Justicia en Diputados, Jorge Yoma, anticipó que votará en contra del proyecto pese a que pertenece al kirchnerismo. "Hay un evidente avance sobre derechos y garantías constitucionales", evaluó.