La promesa de llevar a tribunales internacionales el reclamo de justicia para las familias que reclaman, sin

suerte, identificar a sus nietos desaparecidos, fue el eje más relevante y festejado del discurso de la presidenta, Cristina Fernández, al encabezar ayer el acto central del Día de la Memoria en la ESMA.

Fue otro capítulo de la pelea, sin cuartel, con el Grupo Clarín ya que, aunque la jefa de Estado no mencionó nombres, fue una alusión directa a la causa que iniciaron las Abuelas de Plaza de Mayo para que se identifique a los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble, propietaria del matutino porteño.

La jefa de Estado, en compañía del gabinete y del ex presidente Néstor Kirchner, se preguntó "si nuestra justicia será capaz de atravesar esta verdadera prueba de ácido para saber si vivimos en democracia".

La causa para cotejar el ADN de y Felipe Noble con el banco de datos genéticos para determinar si son hijos de desaparecidos, como aseguran las Abuelas, está frenada por un reciente fallo judicial. Los propios jóvenes batallan en la Justicia para conservar su actual identidad.

"Déjenme creer que va a haber justicia, finalmente luego de tantos años de impunidad por el poder mediático, vamos a poder saber y conocer realmente la identidad que usted está denodadamente tratando de buscar", le dijo la Presidenta a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, mezclada entre el numeroso público que llegó hasta la ESMA, ícono de la represión ilegal en los años de plomo y hoy transformada en Museo de la Memoria.

En su discurso, la primera mandataria dijo que confía en que "finalmente habrá justicia y que pese a ese inmenso poder casi extorsivo sobre políticos, jueces y hasta empresarios, casi un poder mafioso, vamos a poder sobreponernos y conocer esa identidad". "Déjenme comprometerme ante todos los argentinos que si no encontramos justicia en Argentina, yo como presidenta la voy a acompañar a otros tribunales internacionales también demandando justicia", sentenció Fernández de Kirchner dirigiéndose nuevamente a Carlotto.

Al dirigirse a las entidades defensoras de derechos humanos, presentes en el predio ubicado en Avenida del Libertador y Comodoro Rivadavia en el barrio de Nuñez, expresó "en nombre de la condición humana, gracias por estos años de lucha".

"Los 24 de marzo los vivía con bronca, con dolor, con rabia, pero de las Madres, de las Abuelas, aprendí a recordar de otra manera, con amor a la vida", manifestó la mandataria, ante el continuo aplauso de los presentes.

"Yo no sé si pudiera haber hecho lo que ustedes hicieron", confió la Presidenta, también en dirección a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, para advertir que "no nos ha unido ni el odio ni la destrucción, sino el amor y la construcción permanente".

Fernández de Kirchner reclamó que "se termine este capítulo tan trágico de la Argentina" por los juicios contra represores, ya que, señaló, "no quiero como mandataria viajar a otro país y que me reclamen por la justicia".

"Pedimos a la Justicia que termine con esta página", insistió, para sostener que "éste no es un problema de derechas o de izquierdas" y plantear "cómo puede haber calidad institucional si no hay identidad" para hijos de desaparecidos apropiados.