Pese a los reiterados pedidos de los efectivos de la Policía, los chicos permanecieron al borde del peligro con tal de tener la mejor visión. Fueron los que ayer concurrieron al acto de inauguración del puente de Alto de Sierra, que llevó a cabo la Presidenta por videoconferencia. Y que se ubicaron sobre las columnas y barandas del puente viejo, desafiando el vértigo y al peligro.

Los primeros en asumir una ubicación riesgosa fueron los niños que se sentaron en la orilla del puente viejo con las piernas colgando hacia el vacío. Luego se sumaron los jóvenes que escalaron las barandas para colgar sus pancartas lo más alto posible. Y que amagaron a tirarse para darse un chapuzón en el agua que corría por debajo del puente viejo y del nuevo, cosechando el reto de hasta los funcionarios presentes en el lugar. Pero ninguna reprimenda hizo que la gente se alejara del peligro que se acrecentó tanto cuando la Presidenta sobrevoló la zona del puente en el avión presidencial ante de aterrizar en 9 de Julio como cuando lo hizo en helicóptero rumbo a Pocito. En ambos momentos los jóvenes ubicados en el puente viejo se subieron a lo alto de las barandas para saltar con la ilusión de que Cristina los viera.

Lo mismo hicieron cuando la Presidenta se conectó con Nelson Periotti, administrador general de Vialidad Nacional, que llegó a la provincia para inaugurar el nuevo puente que une Santa Lucía y San Martín. La inauguración de la obra contó con la presencia del intendente de San Martín, Pablo Santibañez, y el de Santa Lucía, Marcelo Orrego, y de 2 vecinos que le contaron a la Presidenta lo orgullosos que estaban por esta obra colosal.