Los problemas generados por la humedad por casos de cañerías rotas o por el riego y los malos olores ocasionados a veces por tener animales en los fondos de las viviendas, como chanchos y gallinas, son los principales motivos por los que los vecinos de Santa Lucía recurren al Departamento de Mediación Comunitaria que funciona en el municipio. Se trata de un área, la única que existe en la provincia en el ámbito municipal, que interviene para solucionar conflictos entre vecinos con la intervención de un tercero neutral, que es el mediador, y así evitar tener que llegar a la instancia judicial.

La meta del mediador es preservar la paz social y por eso intervienen en casos de conflictos derivados de las relaciones de vecindad, como cuestiones edilicias por medianeras o filtraciones. O por el uso de los espacios comunes cuando los vecinos no se ponen de acuerdo y se ocasionan ruidos molestos, malos olores por la basura o cuando, por ejemplo, se rompió la bomba para abastecer de agua potable a un edificio y nadie la quiere arreglar.

El departamento fue creado en Santa Lucía por decreto del Ejecutivo del 14 de enero de 2009 y desde entonces los casos en los que interviene el área han venido creciendo. El primer año el departamento intervino en 125 casos y hasta octubre de este año ya llevan 145 planteos en los que han participado.

El índice de resolución de los conflictos ronda el 50 por ciento de los casos, según dijo la abogada Verónica Mattar, la jefa del departamento, quien trabaja con Amalia Lloveras, que es la secretaria del área.

Que haya solución al conflicto o un acuerdo entre los vecinos que se peleaban significa que firman un convenio con cláusulas de cumplimiento para ambas partes. Pero ese acuerdo se puede homologar ante la Justicia, por ejemplo ante un juez de Faltas o de Paz, de manera que si una de las partes no lo cumple puede llegar a ser demandado judicialmente.

La mediación es voluntaria, confidencial y gratuita y el trámite se inicia cuando un vecino concurre al departamento, que funciona en el edificio municipal, para pedir ayuda (ver aparte).

Y hasta la misma Policía del departamento, ya que están las comisarías 5ta. y la 29º, les suele derivar algunos casos en los que los vecinos no se pueden poner de acuerdo.

Un ejemplo, según contó la jefa del área, fue el caso del perro de un vecino que mordió a otro vecino. Con la participación de la oficina mediadora se consiguió que el dueño del animal pagara una indemnización por los gastos médicos y hasta por la rotura de la ropa. Y todos en paz.

No son casos para el área cuando ninguna de las partes está dispuesta a considerar un arreglo, cuando hay interés en obtener un gran suma de dinero o cuando se trata de delitos comprendidos en el Código Penal.