Cuando todo parecía que el Consejo Superior de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) iba a rechazar ayer el pedido de suspensión preventiva de sus funciones al decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Rodolfo Bloch, sus integrantes definieron postergar dicha decisión hasta que avance el sumario administrativo, según trascendió de la sesión secreta. El pedido de apartamiento lo había solicitado quien lo denunció por presunto acoso sexual y laboral. Según pudo confirmar este medio, el máximo órgano universitario decidió patear hacia adelante la resolución hasta contar con el informe circunstanciado de la instrucción sumarial, el que, a más tardar, "será elevado el 28 de julio", explicaron las fuentes. A su vez, el Consejo le prohibió a Bloch acercase o contactarse con la denunciante y dispuso que la Oficina de Género acompañe a la empleada de la unidad académica. Eso no fue lo único, ya que, llamativamente, los consejeros les ofrecieron a ambos, denunciante y denunciado, "licencias extraordinarias y especiales con goce de haberes".

Rodolfo Bloch realizó un descargo en el que aseguró que los hechos denunciados nunca existieron.

Al igual que las sesiones pasadas, en las que se debatió el tema, la de ayer fue una reunión secreta. Según trascendió, hubo un acalorado debate, ya que se plantearon distintas propuestas sobre el pedido de suspensión. Una de ellas, que recibió menor adhesión, fue que la decisión de apartar o no a Bloch de sus funciones sea definido por el rector de la UNSJ, Tadeo Berenguer. Es que, el protocolo por el cual se rige la Oficina por la Igualdad de Género, contra las Violencias y la Discriminación establece, en uno de sus artículos, que la suspensión o traslado preventivo del personal sometido a sumario está en manos del Rector y no del Consejo Superior. Sin embargo, tal decisión apunta a empleados y no a autoridades, dijeron las fuentes.

La denuncia contra Bloch fue presentada en marzo por una empleada de la facultad, quien expuso, ante la Oficina de Género, hechos enmarcados en un presunto acoso sexual y laboral. Por un lado, la mujer se habría sentido desplazada de sus tareas y, por el otro, habría existido una "insinuación" o "invitación" con contenido sexual por medio de un contacto telefónico. Tras recabar testimonios, la repartición elevó el informe al rector, quien lo giró a la Dirección de Asuntos Legales. Dicha área emitió un dictamen para que se investigue el caso, lo que fue decidido en reunión secreta por el Consejo Superior. Así, al decano se le abrió un sumario, el que deberá definir si incurrió en una conducta irregular.