Cuando la oposición amenazaba con poner un freno en el Congreso para avanzar en la renovación de los superpoderes del Gobierno, la presidenta Cristina Fernández le puso tope anoche de 5% a la designación de partidas, en lo que supone el mayor gesto hacia el sostenimiento del diálogo político.

En concreto, la mandataria anunció el envío al Parlamento de un proyecto para modificar la ley de Administración Financiera con el objetivo de limitar la facultad de reasignación de partidas presupuestarias por parte del Poder Ejecutivo, delegando así en el Congreso la facultad de decidir cómo se distribuyen los fondos. Una demanda creciente de la oposición que se oponía a renovar los superpoderes o facultades especiales al Ejecutivo que vencían el 24 de agosto.

"Con la reducción al 5%, el Poder Legislativo va a tener la inmensa responsabilidad de cómo se reasignan los recursos a sectores económicos y sociales, y ya no va a estar en manos del Ejecutivo", afirmó Cristina, al anunciar el proyecto que fija un límite a la reasignación de partidas presupuestarias.

En la oportunidad, la Presidenta destacó que ese tope a la reasignación de partidas "es similar al nivel que existe en la Ciudad de Buenos Aires y en otras provincias", al manifestar su deseo de "clausurar el debate de los supuestos superpoderes para debatir las cuestiones estratégicas".

"Los superpoderes sí les fueron otorgados al ex ministro Domingo Cavallo en la sesión parlamentaria de 2001", recordó la mandataria, al encabezar un acto en el Salón de la Mujer de la Casa Rosada ante los diputados y senadores nacionales del oficialismo, entre ellos, los sanjuaninos, César y Juan Carlos Gioja; Ruperto Godoy; Margarita Ferrá de Bartol y Marina Riofrío.

La presidenta sostuvo que algunos opinan "como si las cosas no hubieran cambiado y estuviéramos en el mundo de 2007 o 2008" y pidió "resituarnos a nosotros mismos en la discusión en un mundo donde por día se destruyen millones de empleos" que vive una situación "diametralmente opuesta a la que tuvimos en los seis años de crecimiento".

"Este año vamos a crecer, pero es obvio que vamos a crecer mucho menos y por lo tanto se va a ver afectada la recaudación", añadió Cristina.

En ese sentido, la Presidenta destacó que se van a "poder debatir cosas importantes durante el año" y pidió que las discusiones tengan "consistencia", porque "resulta muy difícil discutir reducciones impositivas y al mismo tiempo asignación de recursos para sectores más vulnerables".

Pidió que cuando se aborde el debate económico prime qué vamos a privilegiar", afirmó Cristina.

Destacó, en ese sentido, la importancia de dar "el debate franco y consistente económicamente" y consideró que la discusión en el Congreso "además de abierta y democrática tiene que ser viable".

Cristina también manifestó su satisfacción por los resultados de las negociaciones que culminaron el martes por la noche en el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil y destacó que el ingreso mínimo acordado de 1.500 pesos "es el más alto de toda la serie histórica".

"En un mundo como el que estamos viviendo, que en la Argentina por sexto año consecutivo podamos reunir al Consejo del Salario y lograr un acuerdo entre empresarios y trabajadores habla de la sustentabilidad del modelo, y de lo que a mí me interesa más, que es la equidad", afirmó.