"Merece particular atención la vinculación de los hechos probados con la cuestión de género, en tanto el trato dispensado por el magistrado recayó en agentes de sexo femenino". Así, según la resolución, quedó demostrado que el juez de Flagrancia Carlos Lima "desplegó una conducta inapropiada e irrespetuosa, reiterada y concordante con relación a las agentes que han prestado declaración". En base a esas consideraciones y a la "gravedad de la conducta", la Sala de Superintendencia de la Corte de Justicia le aplicó una sanción disciplinaria que consistió en la suspensión de su cargo por 20 días sin goce de haberes. Fuentes oficiales confirmaron que Lima fue notificado, por lo que resta conocer si consentirá la medida o buscará que la misma Sala de Superintendencia reconsidere el castigo. De ir por el segundo camino, las fuentes indicaron que es improbable que la misma Sala cambie su parecer. De esa forma, es casi un hecho que el juez de Flagrancia cumplirá con el castigo lo que, en principio, se hará efectivo el mes que viene.
La sanción contra Lima fue el resultado de un sumario administrativo que el Poder Judicial inició en mayo del año pasado, luego de una denuncia realizada en la Oficina de Clima Laboral. Tras la presentación y la confirmación de la apertura de una investigación interna, las fuentes indicaron que el magistrado se defendió de las acusaciones con una serie de presentaciones que realizó a través de sus abogados, acciones que demoraron el proceso por más del tiempo estimado. Un antecedente similar, que se definió en menos de un año, fue el que dio como resultado la suspensión de 15 días al juez Civil Héctor Rollán, por utilizar términos dirigidos a una agente judicial por su condición de mujer (ver recuadro).
Si bien en un principio trascendió que los hechos habrían estado enmarcados en un presunto caso de acoso sexual en el ámbito laboral, la Sala de Superintendencia, que presidió el cortista Daniel Olivares Yapur, junto a sus pares Adriana García Nieto y Juan José Victoria, dejó en claro que no pueden configurarse como tales, pero que los mismos "no se condicen con la investidura de un juez". Por otro lado, reflejaron que "la inconducta sería intrínsecamente disvaliosa e inapropiada, la que se tradujo en incomodidad y malestar en el espíritu de las agentes", lo que dio como resultado "estereotipos" que la misma Corte quiere eliminar con la aplicación de legislaciones como la Ley Micaela y el Código de Ética Judicial. Además, resaltaron que los hechos adquirieron mayor relevancia si se atiende el rol que desempeña Lima por cuanto ejerce "la función de garante de los derechos que su conducta ha vulnerado".
Al aplicar la sanción, la Sala de la Corte fue categórica al indicar que el juez de Flagrancia "no guardó las formalidades en que debe dirigir su trato respetuoso para con el personal que colabora en el desarrollo de sus tareas, lo cual, a criterio de este Tribunal, resulta intolerable". También quedó claro que su rol de autoridad, en relación a sus agentes, "trajo miedo de denunciar la conducta que motivó el inicio de un sumario".
Otra suspensión
El titular del Primer Juzgado Civil, Héctor Rollán, fue suspendido de sus funciones por 15 días sin goce de haberes. La medida se dio porque se confirmó que el magistrado utilizó términos despectivos humillantes, de extrema subestimación y dirigidos a una agente judicial por su condición de mujer, por lo que configuraron un hecho de violencia de género. Según había trascendido en ese momento, al cierre de una jornada laboral, Rollán le recriminó a una agente fallas en la tramitación de una causa y, a los gritos, le indicó que no le respondiera, que "ojalá volviéramos a los años ’50, cuando la mujer no tenía opinión" y que, si fuese su padre, "le hubiera pegado varias veces para que se quede callada".