La escasa participación que tendrá la CGT en las listas kirchneristas para las elecciones generales del 23 de octubre volvió a abrir heridas ayer en el frente sindical, que ahora se plantea un cambio de estrategia para intentar recuperar el terreno perdido por los últimos desencuentros entre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el titular de la central obrera, Hugo Moyano.

Ayer, el secretario gremial de la CGT y jefe del sindicato de choferes de taxis, Omar Viviani, advirtió que ‘todo el mundo está caliente‘ en la central obrera por los escasos lugares otorgados por el kirchnerismo a sus postulantes a legisladores nacionales de cara a los próximos comicios. Sin embargo, aclaró que la cúpula de la entidad sindical no piensa en una ‘ruptura con el Gobierno‘, aunque admitió que tenía ‘otras expectativas‘ sobre el armado electoral y alertó que los máximos responsables de la CGT se reunirán la semana próxima para evaluar ‘responsabilidades‘, debido a que ‘dieron poco‘ en las listas a la central obrera.

El gremialista, no obstante, reconoció que la entidad sindical pudo haber incurrido en un ‘error‘, por lo que deberá hacerse ‘un replanteo‘ de ‘la estrategia política del movimiento obrero‘, al tiempo que aseguró que la CGT seguirá ‘defendiendo el modelo‘ y ‘trabajando al lado‘ de la administración central. ‘Todo el mundo está caliente. Cuando termina el cierre de una lista, en todos lados, queda gente caliente: compañeros y compañeras calientes. Nosotros estamos dentro de ese contexto‘, advirtió Viviani.

El jefe del sindicato de choferes de taxis, en declaraciones a radio La Red, completó: ‘A muchos compañeros no les gustó (el armado electoral)‘. Viviani criticó así que sólo dos postulantes de la CGT hayan sido inscriptos por el kirchnerismo para ocupar bancas en el Congreso nacional, uno de los cuales no forma parte del círculo íntimo del secretario general de la CGT, Hugo Moyano.

Se trata del sindicalista mejor posicionado en la nómina de precandidatos diputados por la provincia de Buenos Aires, el gremialista metalúrgico Carlos Gdansky, que obtuvo el cuarto lugar e integra las huestes de Antonio Caló, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).

En tanto, el hijo menor del líder de la central obrera y secretario general del Sindicato Unico de Trabajadores de los Peajes y Afines (SUTPA), Facundo Moyano, quedó relegado en la undécima posición de la misma lista, mientras se esperaba que le dieran el cuarto lugar o también la octava posición.

‘Algunos quedaron afuera porque les hicieron una oferta de un puesto con el que era imposible entrar y estos mismos compañeros se negaron a integrar las listas‘, confirmó Viviani. De esa manera, se refirió a sus colegas Juan Carlos Schmid y Julio Piumato, quienes rechazaron el ofrecimiento de ir en el sexto lugar de las listas por Santa Fe y Capital Federal.

‘Nos dieron poco‘, se quejó luego en diálogo con radio 10 el secretario gremial de la CGT, quien fustigó que la central obrera tenga ‘casi la misma cantidad‘ de legisladores que ‘en la época de (la Presidencia de) Carlos Menem‘.

Desde los denominados ‘Gordos‘, que están enfrentados a Moyano, el secretario del sindicato de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, describió que ‘es claro y evidente lo que ha sucedido, quedó marginado y está discriminado el movimiento obrero. El problema es de piel: a los dirigentes gremiales el gobierno no los quiere‘.