La Dirección de Control y Reconocimientos Médicos (la llamada Junta Médica) ha entregado unas 1.707 licencias médicas menos en lo que va de enero a junio de este año, en comparación con el mismo período de 2011. El titular de la repartición, Miguel Díaz Garay, aseguró que desde que asumió, en mayo del año pasado, ha puesto en marcha un área que no estaba funcionando y que ahora están trabajando fuertemente en fiscalizar el estado de salud de todos los trabajadores de la administración pública. Sostuvo que encontraron “un montón de irregularidades”.
Según las estadísticas de la Junta, en los 6 primeros meses de 2011, entregaron unas 20.261 licencias, mientras que en el mismo lapso del corriente año han otorgado unas 18.554, lo que representa un 8,42 por ciento menos. Esta última cifra cobra relevancia porque en 2012 se han incorporado los pedidos de los empleados que se desempeñan en las reparticiones de los departamentos alejados y aquellos que están fuera del Gran San Juan, cosa que no sucedía en los períodos anteriores.
El tema de las licencias ha despertado polémica con algunos gremios y esta vez recobró fuerza a partir de las críticas que lanzó el secretario adjunto de UDAP, Luis Lucero, en Radio Colón. Manifestó que la Junta Médica persigue a los docentes, quienes, dijo, han pasado de ser enfermos a sospechosos. Díaz Garay sostuvo que cuando “uno evalúa y controla, indudablemente la gente se siente perseguida. El cambio es grande y se nota. La política que estamos implementando tiene que ver con controlar la salud de todos los agentes. No perseguimos a nadie. El que está enfermo, le vamos a facilitar las cosas y el que no, que vaya a trabajar. Y si no quiere, que renuncie”.
Lo cierto es que el sector docente es el que más índice de licencias tiene, lo sigue de lejos el grupo de trabajadores de la salud y en tercer lugar, se encuentra el resto de los empleados de los distintos ministerios y reparticiones públicas. De acuerdo a los números de la Junta (ver infografía), cada 100 docentes hay 83 permisos médicos; de cada 100 empleados de Salud Pública hay 38; mientras que por cada 100 trabajadores de las otras dependencias estatales el número asciende a 24.
Si bien Díaz Garay señaló que no tenía números sobre la cantidad de bajas a las licencias que han realizado tanto en este año como en el 2011, afirmó que “hemos detectado un montón de irregularidades, a los que le hemos dado de baja justificada”. Entre esos casos mencionó la presentación de certificados falsos, certificados dobles, ilegibles, documentos en los que la enfermedad no se correspondía con los días otorgados o que el paciente no tenía controles ni estudios o que no habían tomado la medicación indicada ante una patología de tratamiento farmacológico.
El titular de la Junta remarcó que antes era un sistema que no tenía control, de fácil acceso, que se sacaban cartas médicas sin certificados y sin estudios. Inclusive aseguró que había gestores que buscaban los pedidos de licencias por las oficinas para presentarlas. Por eso resaltó que ahora el trámite es individual y personal. “Hay un montón de gente que abusó de este mecanismo, se abusó en desmedro del Estado. Es totalmente desleal que haya personas que trabajan, cumplen sus horarios y funciones, pero resulta que hay un grupito que se ha pasado la vida o muchos años con permisos ilegales, ilegítimos. Se la han pasado de vacaciones”, remarcó.