No sólo está por cumplir su segundo mandato al frente del Gobierno provincial, sino que aspira a repetir un período más. Y en aquellos departamentos en los que el frente que lidera presenta síntomas de debilidad, José Luis Gioja no dudó en ponerse la campaña al hombro. Con su poder de fuego, obtenido tras 8 años de gestión, el actual Gobernador recorrió de punta a punta esos distritos y arengó a los intendentes y a la tropa para la conquista del municipio. Así se muestra el mandatario, como un líder que no evidencia señales de desgaste, un motivador que no sólo va, una vez más, por el sillón de Sarmiento, sino por todo.
Esa fuerza se combina con la prudencia, actitud que quedó acuñada en una de sus frases de cabecera: ‘No hay que almorzarse la cena‘, en referencia a que no hay que adelantarse hasta que no estén los resultados o los logros en las manos.
Hiperactivo, el Gobernador alienta a su gabinete y a los candidatos a que sigan trabajando y a que siempre continúen ‘con el overol y el mameluco puesto‘.
En el plano familiar, ‘El Flaco‘, como lo llaman sus amigos y compañeros de ruta, se casó con Rosa Palacio en 1973 y juntos tuvieron cuatro hijos: Gastón, Franco, Camilo y Flavia. De los cuatro, la hija mujer es la más mimada y debido a su vocación (es monja) tuvo que partir de San Juan. Dos de sus hermanos también se encuentran en la arena política. El mayor, César Gioja, es senador y fue uno de sus principales aliados. Sin embargo, se enfrentaron cuando el Gobernador encaró la consulta popular para realizar la enmienda a la Constitución Provincial que le permitiera seguir por un tercer mandato. El otro hermano dirigente es Juan Carlos, quien es diputado nacional y lucha por la Intendencia de Sarmiento.
Gioja estudió para convertirse en ingeniero agrimensor pero pocas veces ejerció la profesión porque fue seducido por la política.
A los 23 años fue presidente de la Juventud Peronista y dirigente de la agrupación universitaria de la facultad. Se formó bajo la mano del gobernador peronista Eloy Camus, de quien fue su secretario. Mientras se desarrollaba la última dictadura militar, fue detenido en 1977 y estuvo preso 9 meses y 3 días, fichado por ser militante del peronismo.
Con el regreso de la democracia, retomó la actividad política intensamente. En 1987 obtuvo una banca como diputado provincial y cuatro años más tarde fue elegido como legislador nacional. Luego, en 1995, llegó a la Cámara Alta y logró la presidencia del bloque de senadores. Debido a su paso en el Congreso supo tejer relaciones con distintos actores políticos y fue testigo de la crisis institucional que se desató en Argentina en el 2001. En el Senado fue presidente provisional del cuerpo en el 2003, lo que lo convirtió en el virtual vicepresidente de la Nación.
En ese puesto, en más de una ocasión estuvo al frente del Poder Ejecutivo Nacional en reemplazo ante alguna ausencia del entonces presidente Eduardo Duhalde.
Ese año peleó la Gobernación con Roberto Basualdo y logró el triunfo. Cuatro años después, los dos contendientes volverían a encontrarse y Gioja sería reelecto con casi 40 puntos de diferencia. Durante sus dos mandatos, impulsó una fuerte inversión en infraestructura, vivienda, diques y caminos y apoyó el complejo agroindustrial.
La obra pública fue uno de sus puntales: la finalización del Centro Cívico, el Estadio del Bicentenario de Pocito, el dique Los Caracoles y la parquización de la avenida de Circunvalación, fueron las obras más emblemáticas, entre tantas.
La estrecha relación con la Nación, tanto con Néstor Kirchner como con la actual presidenta Cristina Fernández, se tradujo en fondos frescos para el impulso de esos emprendimientos.
Debido a los pedidos que efectuaba a la Nación para impulsar las distintas obras, fue catalogado como ‘manguero‘ y ‘pedigüeño‘, inclusive, por la mismísima Presidenta. Gioja siempre señaló ‘que vive pechando‘ y que ‘hay que ponerse la camiseta de San Juan‘.
El otro eje de la gestión giojista, consolidado como política de Estado, se centró en la denominada gran minería que tiene como puntas de lanza a los proyectos de explotación de oro Veladero y Pascua Lama. El marcado apoyo a esa actividad le valió tanto críticas internas de organizaciones medioambientales como cuestionamientos de políticos nacionales.
De cara a una nueva elección, acompañado por Sergio Uñac, su candidato a vicegobernador, José Luis Gioja va por todo.

