"Pasa el tiempo y nos seguimos encontrando con sorpresas. Nos dijeron que el municipio estaba saneado, que no tenía deudas y ni siquiera las informaron al Tribunal de Cuentas", dijo el intendente de Jáchal, Jorge Barifusa, apuntando los dardos a su antecesor en el municipio, Franklin Sánchez, quien también es funcionario del Gobierno Provincial.

El jefe comunal hizo referencia a 2 intimaciones que llegaron hace poco días a la comuna por falta de pago del servicio de agua a Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE) del edificio que ocupa el municipio y la otra por la terminal de ómnibus, que también pertenece a la municipalidad. La primera intimación es por 15.062,54 pesos y la otra es por 23.891,45. En total suman 38.953,99 pesos que vienen desde el 2002 hasta septiembre de 2007.

En este tiempo por el gobierno municipal de Jáchal pasaron el fallecido Abdón Táñez, Sánchez como interventor y luego Andrés Aguilar también como interventor, hasta que Sánchez volvió al gobierno al ganar en las elecciones del 2003. En otras palabras, Sánchez es el que más tiempo estuvo en el sillón de intendente y por eso Barifusa lo hace responsable por la deuda.

Molesto con el ataque, Sánchez, actual Director de Desarrollo Sustentable del Gobierno Provincial, dijo "que Barifusa deje de manejar mirando para atrás por el retrovisor porque en la próxima curva se va a estrellar. Como concejal, él permitió que el municipio se endeudara y no hizo nada".

El presidente de OSSE, Adrián Cuevas, dijo que el organismo tiene la obligación de intimar al pago de las deudas para que no prescriban. Y que Jáchal, como cualquier otro deudor, puede acceder a un plan de pago de hasta 60 cuotas.

No es la primera vez que se intima a los municipios por deudas con el organismo y hay otros casos de municipalidades a las que se les han hechos reclamos de pagos (ver Otros casos…).

Por lo pronto, Eduardo Vega, asesor legal del municipio, dijo que hicieron una presentación planteando que parte de la deuda estaba prescripta, pero reconoció que no habían encontrado en el municipio documentación que demostrara que la deuda haya sido pagada.

No es la primera vez que Barifusa y Sánchez tienen diferencias. En septiembre del año pasado se cruzaron por una deuda de 100.000 pesos de AADI-CAPIF por impuestos impagos de la Fiesta de la Tradición. En aquel momento Sánchez dijo que Barifusa buscaba excusas para justificar su "inoperancia".

Y ahora volvieron los cruces. "A Sánchez no le hubiera costado tener los pagos al día. Encima ahora hay que hacerse cargo de los abogados", dijo Barifusa.