Uso irregular. De acuerdo al expediente, el comisario Padilla utilizó una camioneta del depósito judicial de 9 de Julio para pasear con amigos, cuando en realidad tenía fines oficiales. La entrega del vehículo por parte de un juez está en la mira.

 

La situación judicial del comisario Gustavo Padilla va camino a complicarse aún más en las próximas horas. Es que la fiscal Claudia Salica sospecha ahora que el extitular del Depósito Judicial de 9 de Julio desguazaba vehículos alojados en el depósito, además de usar para fines particulares una camioneta que fue cedida a la repartición. Las penas de los nuevos delitos por los que está en la mira son más graves que el procesamiento que ya pesa sobre él y, por eso, Salica pidió que sea un Juzgado de Instrucción el que tome la nueva investigación. Si bien la representante del Ministerio Público recién pidió que se abra otra causa, es la titular de la acción penal y es un hecho que el magistrado interviniente así lo hará. También imputó a dos comisarios, quienes supuestamente, sabían lo que hacía Padilla y no lo denunciaron.

La historia que tiene en la mira al comisario ya es conocida por todos: lo procesaron con prisión preventiva por el delito de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público al usar una camioneta Toyota para ir y venir de su casa y hasta para ir de paseo con amigos, cuando la movilidad debería haber sido usada únicamente para el trabajo en el depósito de 9 de Julio. En la misma causa está en la mira el juez de instrucción Pablo Flores, a quien le pidieron un Jury para indagarlo, ya que se sospecha que entregó ese vehículo cuando no podía hacerlo, dado que se trata de una facultad exclusiva de la Corte de Justicia. Además, los investigadores quieren sacarse todas las dudas respecto del vínculo que tenía o tiene con Padilla. Toda la investigación surgió hace un par de meses, luego de que otro comisario viera una firma trucha suya en un oficio y que la Subsecretaría de Control de Gestión de la provincia pusiera la denuncia. 

En la causa, la fiscal detectó que la declaración y un video grabado aportado por el policía Raúl Maximiliano Flores Montiveros podían ayudar a comprobar otros delitos aún más graves supuestamente cometidos por Padilla y su “mano derecha”, el sargento Néstor Fabián Gómez. Según fuentes judiciales, en la filmación se los ve a Padilla, Gómez y una tercera persona, que hasta el momento no ha podido ser identificada, sosteniendo el capot de un auto y sacando autopartes de vehículos. En el testimonio de Flores Montiveros queda la sospecha de que los imputados se llevaban autopartes de vehículos similares a los que luego extraían del depósito. Es decir, sugiere que arreglaban o reemplazaban algunas roturas de los vehículos que se llevaban con partes de otros similares que continuaban en el depósito. Y menciona específicamente la Toyota que usaba Padilla y un Chevrolet, que puede ser el mismo que secuestraron de la casa del comisario el día del primer allanamiento. 
Del mismo testimonio surge que Flores Montiveros denunció la situación a compañeros y también a los superiores de Padilla, el comisario Roque Zárate y al policía Esteban Gómez, cuyo rango sería superior al de Flores. Sin embargo, ambos funcionarios policiales no hicieron ninguna denuncia al respecto. Por eso, la fiscal solicitó que sean investigados por encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público. En los casos de Padilla y Néstor Gómez, pidió que sean indagados por los delitos de peculado, defraudación y estafa agravada en perjuicio de la administración pública. 
El expediente caerá en manos del juez Benedicto Correa, titular del Quinto de Instrucción, quien deberá formalmente abrir la investigación.

 

Pedido de jury

Un juez bajo la lupa

El juez interino Juan Pablo Ortega pidió que su colega Pablo Flores sea destituido a través de un jury para poder indagarlo en la causa del comisario Padilla. El tribunal está en pleno trámite de si acepta o no el planteo.