En medio de la feroz interna que revivió en los últimos días por el alineamiento con el PJ, oficialistas y opositores bloquistas empezaron a tejer un encuentro entre los principales popes partidarios. La cruzada consiste en reunir, por primera vez en la misma mesa, a Graciela Caselles, la actual presidenta, Enrique Conti, Juan Domingo Bravo y Augusto Rago. El objetivo es que saquen bandera blanca, al menos, hasta la definición pre-electoral del año que viene y evitar así más divisiones.

Las conversaciones vienen desde hace dos semanas. Conti se sacudió la modorra que lo tenía alejado del partido y se juntó con dirigentes que rodean a Caselles. Rápidamente coincidieron en la necesidad de armar una especie de cumbre partidaria y quedaron en definir la cuestión la semana que viene.

En plena charla hubo un hecho que casi tira todo por la borda: Caselles salió a dar por descontado que para las elecciones 2013 seguirán siendo aliados del PJ. Fuentes partidarias aseguraron que los dichos no cayeron bien ni en propios ni extraños. Aseguraron que Conti, que quiere dar por terminada la unidad con el giojismo, se molestó porque la presidenta dio a entender que cualquier diálogo será infructuoso. Mientras que los oficialistas lo tomaron como un atentado el metting que intentan armar.

Rago duda cada vez más de seguir con el PJ y cuestionó aquellas declaraciones de Caselles al pedirle prudencia, pero mantiene el perfil conciliador y en el partido aseguraron que si la reunión se hace, irá. Bravo, ácido crítico a la conducción y promotor de cortar ya la sociedad electoral, dijo que asistirá.

Las fuentes contaron que la intención es plantear un acuerdo para que todos bajen las declaraciones altisonantes y salgan a preguntarle a los afiliados qué camino seguir. La definición la tomará la Convención Bloquista, que a mediados de 2013 se juntará para votar si renuevan la alianza o si buscan nuevos socios en la oposición.