Un nuevo capítulo sumó la empresa Garder Salud, cuyos miembros habían sido denunciados por la presunta estafa en servicios médicos de internación domiciliaria a la Obra Social Provincia (OSP). Pero, ahora, enfrentó una insólita disputa entre (¿sus?) abogados. Con la habilitación supuestamente otorgada por Marilina De la Fuente, dueña de Garder, Gabriel Silva había iniciado la demanda contra la entidad provincial por 80 millones de pesos por la supuesta falta de pago de prácticas médicas. Sin embargo, a los días se presentó la profesional Paola Nale, quien expuso en la Justicia que la firma de la propietaria que autorizaba la movida judicial era "apócrifa", por lo que solicitó la nulidad. Luego, Silva desistió del reclamo, aunque se constató que eso lo había solicitado al día siguiente de hecha la demanda, lo que no se cargó por errores en la numeración del expediente, según consta en las actuaciones. A todo eso, la jueza Adriana Tetttamanti, del Contencioso Administrativo, dispuso que la propia De la Fuente firme en persona el archivo de la demanda esgrimida por Silva.
DIARIO DE CUYO se comunicó con el estudio jurídico de Nale, pero la respuesta fue que no iba a hablar del tema, decisión que también tomó Silva.
Garder quedó en la mira de la Justicia el 18 de octubre del año pasado, luego de que desde la OSP presentaran una denuncia y en la Unidad Fiscal Delitos Especiales imputaran a De la Fuente, su hija Florencia Molina (también propietaria) y al director médico por servicios que fueron pagados y no se brindaron o cuyos beneficiarios eran personas que habían fallecido, entre otras supuestas irregularidades. Además, desde la obra social sacaron a la compañía del padrón de prestadores. Luego, en agosto pasado, la OSP, radicó otra denuncia contra la empresa por la presunta falsificación de documentación para, aparentemente, llevar a cabo una internación domiciliaria, que no ocurrió.
En septiembre, apareció el mediático abogado Fernando Burlando, quien dijo que se hacía cargo de la causa penal e, inclusive, brindaba argumentos defensivos. Su desembarco se dio de la mano de Silva, que inició el 4 de octubre el trámite de la demanda por 80 millones de pesos, lo que disparaba la audiencia de conciliación obligatoria con la OSP. El profesional presentó el aval de la propietaria a través de su firma.
Pero, el 20 de este mes, se presentó la abogada Nale, quien en un escrito expuso "la falta de representación" de Silva, por "carecer de mandato y facultades para iniciar el reclamo". Además, destacó "irregularidades", como actos "inexistentes por falsificación de firma" de la dueña o "nulos por ausencia de su firma en aquellos escritos que sólo lleven la del letrado". Por eso, la profesional pidió el archivo de las actuaciones, además de resaltar la posibilidad de "las denuncias y sanciones que pudieran corresponder por la conducta desplegada por Gabriel Silva". Inclusive, solicitó la intervención de un perito calígrafo para que analice las firmas en todos los escritos para que se verifique si corresponden a representantes de Garder.
La jueza Tettamanti ordenó que la propietaria de Garder se presente en el Tribunal y firme en persona.
Sin embargo, Silva acudió al juzgado el martes pasado para desistir de la demanda, cosa que había hecho el 5 de este mes, es decir, un día después de presentar el inicio del trámite, en representación de De la Fuente. Ante esas idas y vueltas, Tettamanti ordenó que la dueña de Garder se presente al Tribunal y firme el archivo en persona.