El Gobierno nacional reconoció ayer que "no hay dudas" de que "hay algunos incrementos" en los costos de algunos productos, pero culpó de esa situación al empresariado que "rápidamente apela" a la suba de precios en lugar de "aumentar la oferta y los servicios".
Así lo planteó el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien consideró que "acusar al Gobierno de ser el que aumenta los precios, es un sinsentido", y aseveró que "si hay algo que precisamente ha hecho la gestión kirchnerista es defender los bolsillos de los trabajadores". Asimismo, el secretario de Política Económica, Roberto Feletti, negó que haya una espiral inflacionaria, al tiempo que señaló que "todavía no está evaluada" la posibilidad de abrir la importación de productos para empujar los precios locales a la baja.
Tras la polémica desatada la semana pasada por los dichos del ministro de Economía Amado Boudou acerca de que la inflación es una preocupación de la clase media-alta, Randazzo fue el primer funcionario en admitir que "hay aumentos de precios, que sin dudas afectan los bolsillos", y sostuvo que "hay que tratar de ir al meollo de la cuestión, plantearnos por qué aumentan los precios". Sin embargo, juzgó: "Hay una actitud, quiero decirlo con respeto, de parte del empresariado, que rápidamente apela al incremento de precios en vez de aumentar la oferta y los servicios".
El funcionario destacó, además, que el gobierno "no" es "el que tiene la máquina de remarcar", y afirmó que "tenemos una emisión (de moneda) responsable que está vinculada fundamentalmente al crecimiento del PBI". "Lo que hay que hacer frente a una economía que tiene una enorme demanda, producto también de una decisión política que es desarrollar un mercado interno muy fuerte, es aumentar la oferta de bienes y servicios y no aumentar los precios", evaluó.
En la misma línea, Feletti avaló las declaraciones de Boudou, sobre que la inflación es un tema del cual sólo se quejan los sectores más pudientes, al resaltar que el ministro "fue muy claro cuando habló de la segmentación del consumo, porque hay segmentación de ingresos". "No es lo mismo el consumo estándar que el más diversificado y sofisticado", reflexionó.
Feletti aseguró que en Argentina "no hay espiral inflacionaria", y argumentó que si ello ocurriera "se caería el consumo" y "habría presiones cambiarias, subiría la tasa de interés, y habría inestabilidad macroeconómica, pero nada de eso pasa".
Asimismo, concedió que "efectivamente hay suba de precios, el INDEC la reconoce", pero aclaró que "es dispersa, e impacta mucho más en aquellos productos de consumo más sofisticados y diversificados que en los estándar".

