Quince trabajadores que se desempeñan en la obra social universitaria DAMSU vienen denunciando públicamente una situación de incertidumbre por su futuro laboral. Es que la entidad ha resuelto limitarle sus funciones a partir del primero de este mes, lo que en la práctica implica que desde el lunes deberán cumplir tareas ante la institución que DAMSU entiende que es la patronal, la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). Para los trabajadores, las nuevas funciones no son realizables, ya que, según aseguraron, no son empleados de la casa de altos estudios y su puesto de trabajo es en DAMSU. Incluso afirmaron que hay algunos que tienen entre 35 y 40 años de antigüedad en la institución. Por eso, la medida de la obra social universitaria representa "un despido encubierto", explicó José Paez, uno de los quince trabajadores.
Por la incertidumbre, fuentes calificadas indicaron que mañana puede haber una presentación judicial, si es que la obra social no deja entrar a trabajar a los empleados en cuestión.
La puja fue planteada en la reunión del viernes del Consejo Superior de la UNSJ, que dio su apoyo a los trabajadores, pero que no se expidió sobre la incorporación ni su futuro.
Para la obra social de la UNSJ, la situación es clara. Los quince trabajadores son empleados de la casa de altos estudios y deben volver a realizar tareas en esa institución. Es más, a través de un comunicado, DAMSU explicó que en una resolución dictada en 2013 por la UNSJ, se intimó a que la obra social retorne los trabajadores que hasta el momento venían desempeñando tareas gracias a una licencia de la universidad sin goce de haberes.
Según Paez, "la situación es crítica. Desde el lunes, la UNSJ nos debe pagar el sueldo cuando nunca hemos trabajado ahí".