En el tratamiento del presupuesto de Jáchal, el Ejecutivo municipal esperaba el OK del Concejo Deliberante al artículo que lo facultaba a reasignar partidas, es decir, mover fondos de un área que a lo largo del año no los utilice hacia otra que sí los necesite. Pero los ediles opositores lo rechazaron y a la movida se sumaron los oficialistas, que con sus votos le quitaron la posibilidad de poner en práctica dicha atribución al intendente Miguel Vega, el jefe del proyecto político departamental que integran. En la comuna se habló de interna, pero el presidente del cuerpo legislativo, Javier Llanos, lo negó de plano. Además, explicó que la iniciativa se debatió en un escenario difícil con la oposición, ya que ambos sectores tienen la misma cantidad de miembros y corrían el riesgo de no reunir quórum y dilatarse la aprobación del presupuesto en general, que fue lo que privilegiaron.
La facultad de reasignar partidas es clave para un jefe comunal, ya que le permite distribuir recursos a lo largo del ejercicio y atender urgencias sociales o poner más plata para servicios y obras públicas, por ejemplo, siempre y cuando no tengan una asignación específica. De hecho, es una atribución que tiene tanto la provincia y el resto de los municipios, la cual está contemplada en sus respectivas normas presupuestarias. En Jáchal, ahora toda modificación de fondos deberá pasar y tener el aval del cuerpo legislativo. A través de esa instancia, el proceso que implica el tratamiento acarrea demoras, sin contar con las objeciones que pueda plantear la oposición, indicaron en la comuna. Frente a ese contexto, aseguran que la movida no le cayó para nada bien al jefe comunal.
El debate sobre el presupuesto se dio a fines de diciembre y en la práctica significó un revés para el intendente en cuanto a sus chances de redistribuir partidas. En el Concejo tiene un escenario sumamente parejo: hay tres oficialistas (Llanos, Rosa Castro y Fernanda Díaz) y tres opositores (José Codorniú, Cristina Aballay y Jorge Morales). Y la votación terminó con cinco manos en contra de las resignaciones presupuestarias y una abstención.
Uno de los que se inclinó por el rechazo fue el oficialista Llanos. El titular del cuerpo legislativo señaló que ante la paridad de concejales “es difícil buscar ámbitos de negociación”, reconoció que la oposición “dio resistencia” a la propuesta y que el oficialismo votó de esa manera porque “buscamos una aprobación rápida del presupuesto en general y que no se dilate su discusión, para poder trabajar en este año y garantizar el funcionamiento”. Y aunque con su voto como presidente podía desempatar una puja reñida, indicó que “necesitábamos el quórum, que es de cuatro concejales”. Además, resaltó que no hay ninguna interna con Vega y dejó una puerta abierta: “el artículo se puede seguir trabajando. Si el Ejecutivo lo pide, veremos qué pasa”.
Por el lado de la oposición, la edil Aballay dijo que la postura fue que “se respete la división de poderes” y que la reasignación de partidas deba ser autorizada por el Concejo. Por su parte, Morales indicó que dicha atribución es el camino a la malversación de fondos públicos.
No es la primera diferencia que se da en un Concejo Deliberante sobre el final del año pasado. Una disputa, con otros ribetes, se dio en el de Angaco (Ver recuadro).
A favor
Fuentes judiciales indicaron que hay un fallo nacional que señaló que un Ejecutivo municipal, como encargado de gobernar y administrar los recursos, puede reasignar partidas, siempre y cuando no tengan asignación específica. Así, el Concejo Deliberante tiene luego la misión de controlar que el uso haya sido el correcto.
Paridad
6 Son los concejales que integran el cuerpo legislativo de Jáchal. Hay tres oficialistas y tres opositores, aunque el presidente desempata ante la paridad.
La puja entablada por un exsocio
El intendente de Angaco, José Castro, contaba en el Concejo Deliberante con tres de los cinco miembros. Sin embargo, en diciembre expulsó a José Risueño del bloque oficialista. ¿El motivo? El jefe comunal lo denunció en la Justicia por “graves acciones administrativas”. Además, dijo que se negó a entregarle favores políticos, como el uso de maquinarias del Estado para la finca privada del edil. Risueño luego dio a conocer públicamente que estaba investigando supuestas irregularidades en la compra de combustible para las movilidades oficiales. Castro aseguró que esa movida del concejal fue para tapar sus propios actos irregulares.
Lo cierto es que el jefe comunal perdió la mayoría, ya que Risueño se alió con los dos radicales opositores. Con ese número, echaron el jueves pasado a dos asesoras del Concejo para poner a otras dos profesionales que acompañen la investigación que está desarrollando, dijo el edil. A través de una cautelar, la Justicia las reincorporó.