Al que se le pregunte dice que en su sello natural se destacan el carisma y la fuerte personalidad y a pesar de estar entre los más jóvenes en el lote de candidatos a Gobernador, a sus 45 años acumula experiencia en la función pública y las tareas ejecutivas. En ese camino, Sergio Uñac recogió frutos para su Pocito natal en épocas de bonanza y también supo atravesar en forma airosa la difícil y sombría parada que lo marcó a fuego en su formación de dirigente político: tuvo que calzarse el traje de piloto de tormenta ante la imprevista ausencia de José Luis Gioja y no le quedó otra que aprender a contener impulsos y aplacar impaciencias, con el objetivo de minimizar secuelas, atar acuerdos y conseguir que el aparato estatal siguiera funcionando.
En la trayectoria política de Uñac siempre estuvo presente Gioja, a quien secunda hoy como Vicegobernador y no duda en calificar como su "amigo y guía". En el inicio de la era giojista, fue el actual mandatario el que le propuso ponerse a consideración del electorado pocitano por primera vez para iniciar después una carrera ascendente que hoy lo tiene como el aspirante a sucederlo. En 2003 ganó el cargo de intendente por apenas un puñado de votos y comenzó a desandar una gestión exitosa que le dio el plafón suficiente para ser elegido nuevamente en 2007, por amplio margen.
"No hay ninguna duda de que en estos años ha madurado, ha crecido y aprendido en política, tiene la experiencia, la juventud y el ímpetu que se necesita para gobernar una provincia como San Juan", dice Gioja de Sergio.
Uñac logró algo que no es fácil al lado del indiscutido líder y dueño de la etapa más fructífera para San Juan. En base a su carisma y personalidad, apoyado en sus gestiones de intendente y vicegobernador, cargo que a más de uno condena casi al ostracismo, fue ganando peso específico en el justicialismo y se convirtió en el único discípulo que sobresalió con luz propia para ganar un lugar entre los dirigentes de mejor imagen en la provincia. Y esa construcción fue determinante para estar disputando hoy la sucesión en fórmula con Marcelo Lima y darle chances al Frente para la Victoria de extender su supremacía.
Su ensayo en esto de dirigir la provincia no fue como a él le hubiera gustado. El accidente del helicóptero de 2013 lo obligó a reemplazar de urgencia a Gioja al frente del Ejecutivo y manejó con habilidad y lealtad en medio de un revuelto Gabinete y la zozobra provocada por la movida policial nacional y el freno de Pascua Lama.
Sus primeros pasos en política se remontan a los ’90, cuando estudiaba Abogacía en Córdoba. Participó en la fracción de la JP, pero no se involucró demasiado porque quería recibirse lo antes posible. Con el diploma bajo el brazo, regresó en 1994 y un año más tarde ya estaba haciendo campaña por su padre, Joaquín "Coco" Uñac, que cantó victoria por primera vez como intendente de Pocito.
Sergio fue el asesor Letrado del municipio y empezó a foguearse junto a su padre, al que recuerda como su mentor en política. Coco fue reelecto en 1999, pero en enero de 2003 falleció por una enfermedad que los aquejaba desde hacía tiempo.
Uñac se topó con el momento más duro. Así y todo, se las arregló para hacer cumplir el deseo de su padre con la idea de preservar la institucionalidad. A los pocos minutos de fallecer Joaquín, reunió a los funcionarios y entre lágrimas les dijo que la línea a seguir era la de la renuncia, para dejar libre de manos a quien iba asumir en su lugar en la Intendencia.
Sus colaboradores lo definen como un tipo sincero, exigente, hiperquinético, muy ejecutivo y duro con quienes no cumplen su tarea. Pero al mismo tiempo, le reconocen un trato afable y una sencillez que hace sentir cómodos a todos, sin distinción de status.
"Es muy firme en sus convicciones, va de frente siempre y no esconde nada, pero siempre muy respetuoso", cuenta su único hermano, Rubén, que ahora es candidato a diputado provincial. Los dos se complementan a la perfección en la faz política y en la vida son muy unidos, al punto que el mayor asegura: "Pocos me van a creer, pero de verdad que no nos hemos peleado nunca".

