Si bien los cinco intendentes del Gran San Juan conocían los índices de reparto del nuevo esquema de coparticipación, sólo restaba saber el dinero que efectivamente iban a embolsar. Es decir, pasar de la teoría a la realidad. Y con los números finales de enero, la flamante distribución de fondos no levantó quejas ni en los dos jefes comunales opositores, el de Santa Lucía y el de Rivadavia. Ni el de Capital, Franco Aranda, esgrimió algún malestar, aunque sí reconoció que el municipio no ha sido "beneficiado notablemente". No obstante, agradeció que "los recursos estén por encima de la inflación". En su caso, en la comparación entre el primer mes de 2018 y el de este año, la suba fue del 56 por ciento, mientras que la de sus pares estuvo entre el 100 y el 122 por ciento. La conformidad fue tal que los cinco caciques departamentales aseguraron que con el dinero que percibirán podrán pagar sueldos y realizar obra pública, aunque admitieron que deberán administrarlo con cautela.
La lupa estuvo en los intendentes del Gran San Juan debido a que dichas comunas son las que concentran la mayor cantidad de gente y, por lo tanto, deben brindar más servicios y obras. Desde enero comenzó a regir la nueva ley de coparticipación que incrementó la masa de plata a repartir, ya que pasó de 12,5 a 15,5 por ciento de los recursos de libre disponibilidad, es decir, aquellos que no tienen asignación específica, como los destinados a salud y educación. Y en la distribución a los municipios se establecieron parámetros objetivos, como la cantidad de población y los hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI), entre los principales. Así, se dejó de lado un criterio sujeto a la discrecionalidad del gobernante de turno. Los fondos frescos acarrearán responsabilidades para los intendentes, ya que, por ejemplo, no recibirán el auxilio financiero de la provincia para pagar los sueldos de los municipales.
Fabián Gramajo, intendente de Chimbas, destacó que "por supuesto que estoy conforme" con los resultados de la nueva distribución. El municipio recibió un 100 por ciento más de recursos en la comparación interanual de enero, por lo que el jefe comunal indicó que "se va a ver reflejado en nuevas obras". Además, resaltó que cumplirán, como lo venían haciendo, en "pagar en tiempo y forma los sueldos". Juan Carlos Gioja, de Rawson, señaló que "estamos felices" con el nuevo esquema. Al departamento le tocó un 108 por ciento más entre enero 2018 y enero 2019. El intendente aseguró que el compromiso es hacerse cargo de los salarios y que apostará fuerte al presupuesto participativo, en el que los vecinos eligen las obras a invertir. Por su parte, Aranda también hizo hincapié en que podrá enfrentar los sueldos con la plata de coparticipación y que llevará a cabo su plan de obras dando prioridad a aquellos proyectos más importantes, dado que el incremento que percibió en enero superó por unos siete puntos la inflación interanual y estimó que será una constante en este año.
Por el lado de los opositores, Fabián Martín, de Rivadavia, remarcó que la ley de coparticipación "ha marcado un antes y un después" y si bien dijo que afrontará sueldos y obra pública, puntualizó en un manejo cuidadoso de los recursos. Con respecto a Santa Lucía, que experimentó una suba del 122 por ciento, la mayor del Gran San Juan, Marcelo Orrego dio información a través del área de prensa, desde donde indicaron que no habrá problema para pagar los salarios y encarar obras.
Crecimiento
El más beneficiado
En la comparación interanual de enero, el que salió más beneficiado en el nuevo esquema de coparticipación fue Ullum, que recibió un 214 por ciento más. La comuna había sufrido históricamente un desfasaje.