El inminente endurecimiento del aislamiento obligatorio que dispondrá el presidente Alberto Fernández, con mayores restricciones en la circulación, en la Capital Federal y parte de la provincia de Buenos Aires tendrá impacto económico en San Juan. Por eso, desde el Gobierno uñaquista miran con atención la movida y cómo repercutirá en las cuentas. ¿El motivo? En la denominada Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se concentra gran parte de la recaudación nacional, lo que luego llega a las provincias por la coparticipación federal de impuestos. Así, al ser consultada sobre la incidencia local, la ministra de Hacienda, Marisa López, fue categórica al indicar que "lógicamente vamos a recibir un impacto", mientras que fue más allá al explicar que "si es por 15 días, no preocupa tanto, pero si es por más, el freno en esa zona puede tener efectos negativos en nuestra recaudación".
Que la provincia mire con detenimiento lo que ocurre en Buenos Aires se debe a dos motivos. En primer lugar, a San Juan le toca el 3,48 por ciento de la recaudación federal y se estima que AMBA aporta gran parte del 70 por ciento de ese total. En segundo término, los recursos locales, ya sea por coparticipación o por recaudación provincial, han tenido una baja considerable en los últimos meses por la pandemia. De hecho, López adelantó que, por ingresos nacionales, se calcula que en junio habrá entre 4 a 5 puntos menos de lo que se recibió en mayo, lo que representa entre 300 y 400 millones de pesos en rojo para las arcas locales. Si bien se trata de una caída, la titular de la cartera contable indicó que la disminución es más leve de lo que se esperaba. Por otro lado, ante la baja actividad producto del freno económico que generó el aislamiento por el coronavirus, la diferencia entre lo que la provincia estimó recibir en los primeros seis meses del año en el presupuesto y lo que realmente va a terminar percibiendo será de unos 3.000 millones de pesos menos.
Ante esa caída, desde la cartera de Hacienda ya habían tomado medidas sobre la contención del gasto corriente, como bienes de consumo y contrataciones de servicio, y gasto de capital, como bienes de uso y obra pública. Las únicas áreas que no fueron afectadas son Salud, Seguridad y Desarrollo Humano, que vienen trabajando fuertemente en la emergencia sanitaria.
La zona denominada AMBA es clave para la reactivación económica, al punto que en ese sector se concentran las grandes agroindustrias y el sector automotriz. Un reflejo de la necesidad de que esa zona se active es que gran parte del país ya tiene habilitadas sus actividades hasta en un 90 por ciento, mientras que Buenos Aires y la Ciudad Autónoma cuentan con sólo el 70. Desde el punto de vista sanitario, el 91 por ciento de los casos de coronavirus se dan en el AMBA. Sobre el impacto en las cuentas locales, López sostuvo que "si se extiende más de 15 días vamos a tener efectos negativos". Por su parte, el vicegobernador, Roberto Gattoni, expresó que "las restricciones en el AMBA afectan nuestra economía porque son grandes centros de consumo".