El secretario de Seguridad, Carlos Munisaga, busca afianzar el Programa de Asistencia bajo Vigilancia Electrónica con la incorporación de mayor cantidad de pulseras electrónicas. El objetivo es garantizar el control de los presos que gozan de salidas transitorias, arrestos domiciliarios y que incurren en casos de violencia de género. Actualmente, en la provincia hay 19 dispositivos en funcionamiento.
La movida comenzó en 2016 a través de un convenio entre el Ministerio de Gobierno de la provincia y la cartera de Justicia de la Nación. El fin fue realizar acciones que ayuden a suavizar el impacto negativo de la privación de la libertad. Además, busca promover una mayor integración de la persona con su núcleo familiar y la comunidad.
Para que los detenidos puedan contar con una tobillera electrónica, el Gobierno realiza un análisis pormenorizado de sus situaciones para conocer si están dadas las condiciones.