En la microcuenca del río El Pachón, en Calingasta, hay un glaciar de escombros, el cual, según una muestra, "indica que esta masa de hielo de suelo no ha presentado contribución alguna a los ciclos hídricos históricos de la cuenca al menos en los últimos 3.765 años", revela un informe de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). No es lo único, ya que "el resultado de la calidad del agua de la muestra de hielo de la perforación indica no ser apta para ningún tipo de consumo o uso, por sus altos valores de metales y sales". Por esos motivos (la escasa agua y, encima, contaminada naturalmente), el Consejo Provincial de Coordinación para la Protección de Glaciares sacó un dictamen en el que solicita que se desafecte el glaciar de escombros del inventario local. El planteo pasará a la Cámara de Diputados, en donde se deberá aprobar el cambio, el cual permitirá que la empresa Glencore pueda avanzar en la explotación de la mina de cobre El Pachón. En realidad, sería el primer paso, dado que también es necesario que se saque del Inventario Nacional de Glaciares, a cargo del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), tarea que representantes de la gestión uñaquista realizarán, según indicaron en la reunión del Consejo local, dijo el diputado Enrique Montaño, uno de los integrantes y vice de la Comisión de Minería en la Legislatura.
El pedido de desafectación del glaciar de escombros fue realizado por Glencore hace dos años y medio. La empresa tiene hace bastante más la propiedad del proyecto de cobre El Pachón, al punto de que hubo una intimación de la gestión uñaquista para que avance porque, de no hacerlo, corría el riesgo de perder la concesión. En ese marco, la compañía presentó este año un informe económico, en el que dio a conocer que, para poner en marcha el emprendimiento, hará falta una inversión inicial de 4.030 millones de dólares y que, en una eventual ampliación, alcanzaría los 6.600 millones dólares. Además, en funcionamiento generará exportaciones de cobre y molibdeno por 2.000 millones de dólares anuales.
Montaño indicó que el estudio de la UNSJ es "único en Sudamérica y el quinto en el mundo".
Ante el planteo, el Gobierno le pidió a la UNSJ, a través del Gabinete de Geocriología, Glaciología, Nivología y Cambio Climático (GGNyCC) de la Facultad de Exactas, que lleve adelante el estudio de la Criósfera – Proyecto Pachón, el cual tuvo como director a Silvio Pastore.
Los profesionales de la UNSJ expusieron la semana pasada sus conclusiones al Consejo Provincial, compuesto por representantes del Ministerio de Minería, el de Producción y el de Obras, de la Secretaría de Ambiente y la de Turismo y los presidentes de bloque en la Legislatura. La diputada Florencia Peñaloza había sido la primera en dar detalles en Radio Concepto, cuando señaló que los especialistas explicaron que "el glaciar de escombros tiene muy poca agua y que está muy mineralizada. Por ende, no es para consumo humano ni animal. De acuerdo al informe de la UNSJ, el glaciar de escombros no daría con los extremos que establece la ley de glaciares nacionales, por lo que podría establecerse el proyecto minero".
Por su parte, Montaño agregó que los profesionales manifestaron que se trata de "un cuerpo que contiene hielo, pero que no representa una reserva de agua. Inclusive, si la que hay tomara contacto con la red hídrica, por así decirlo, la contaminaría por el alto nivel de metales que contiene". Inclusive, el legislador iglesiano es de la idea de cambiarle el nombre a los glaciares de escombros, ya que no generan agua y, la de este en particular, no es apta para consumo ni uso, como el agrícola.
En base al informe, el Consejo Provincial de Glaciares emitió un dictamen el martes, el que fue firmado por los presentes (no estuvieron los representantes legislativos de la oposición) y con el que se pidió la desafectación de la formación del Inventario Provincial de Glaciares.