El exintendnete de Ullum Jorge Agapito Gil declaró ayer por primera vez frente al Tribunal que lo juzga por un presunto fraude contra la administración pública cuando estaba en funciones. Al igual que otro de los implicados, el exjefe comunal Alfredo Ortiz, el imputado negó que en su administración hayan pagado por servicios y obras que nunca se ejecutaron. Por el contrario, afirmó que los trabajos se materializaron y aportó fotos como prueba.

El juicio finalmente comenzó la semana pasada tras 15 años de idas y vueltas, y cuando la causa estaba a un mes de prescribir, es decir, de quedar en la nada. Los hechos que se intentan dilucidar sucedieron en 1997, cuando Gil era el intendente de Ullum y Ortiz jefe de Patrimonio, y entre los imputados están también los exfuncionarios municipales María Esther Reinoso, Mario Serrano y Pedro Bravo.

Ayer fue el turno de la declaración de Gil y en lugar de abstenerse, como Reinoso y Serrano, habló. El actual secretario del bloque del PJ en Diputados le dijo al Tribunal de juicio que los trabajos consistieron, entre otras cosas, en puestas de palos y acarreo, y compra y acarreo de leña. Y señaló que, además de las fotos, tiene los comprobantes de pago al personal que los ejecutó.

En el proceso se espera que sea clave la testimonial de Alberto Molina, propietario de una empresa y dueño de las facturas que se usaron para los trabajos. Gil aseguró que “nunca tuvimos trato ni contratamos con él, sino con Albornoz”. Éste último, según el exintendente, era el que tenía los instrumentos.

Sobre el cobro de los cheques a nombre de la comuna por parte de los por entonces funcionarios, Gil aseguró percibían el dinero y lo llevaban a la comuna para no depositarlo en las cuentas oficiales porque estaban embargadas. Además, remarcó que esa práctica nunca fue cuestionada por el Tribunal de Cuentas.