La oposición se quedó ayer a medio camino de imponer su mayoría para quedarse con el control en el Senado al no contar con los votos necesarios para obtener quórum en una sesión en la que se debía definir la composición de las comisiones de la cámara alta. Sólo se eligieron las autoridades y el sanjuanino, Roberto Basualdo se quedó con la vicepresidencia segunda del cuerpo.

La sesión contaba con la presencia de 71 de los 72 integrantes del cuerpo, pero cuando los senadores se aprestaban a votar una propuesta de la oposición que le daba la titularidad de la mayor parte de las comisiones, el oficialismo se levantó de sus bancas, la sesión se quedó sin quórum y la oposición con las manos vacías.

El gran ausente en la sesión fue el ex presidente Carlos Menem, que según los senadores de la oposición, había comprometido su apoyo a ese sector. Pero el veterano senador permaneció ayer en La Rioja, sin contestar el teléfono, ni considerar la oferta del salteño, Juan Carlos Romero, de enviar su avión para que se trasladara a Buenos Aires para ocupar su banca.

La participación de Menem seguirá siendo importante porque el oficialismo ya anticipó que seguirá sin aportar el quórum hasta tanto se llegue a un acuerdo para "un reparto más equitativo del poder" en la Cámara alta.

Desde hace días, la oposición venía sosteniendo que contaba con 37 votos para imponer una propuesta que le daría la presidencia de 13 de las 25 comisiones senatoriales.

Además, esa propuesta preveía que cada comisión se integrara con ocho opositores y siete oficialistas.

Según el senador radical Gerardo Morales, el criterio de reparto de comisiones de la propuesta opositora obedece al resultado de las elecciones legislativas de junio pasado, en las que el Gobierno sufrió una fuerte derrota.

Pero Miguel Ángel Pichetto, presidente de la bancada del FPV, tachó a la propuesta de la oposición de "arbitraria", "abusiva" e "injusta" por no incorporar criterios de representatividad ni respetar los derechos del FPV, que, recordó, con 32 senadores, es la primera minoría en el cuerpo.

Pichetto sostuvo que la oposición "olvida que el sistema argentino es presidencialista" y que, si bien tiene derecho "al control y a poner límites", no puede "cogobernar".

"Veníamos a perder, a aceptar el resultado democrático y veníamos engañados porque decían que tenían 37 votos para imponerse (…). Como no tienen quórum, no tienen la mayoría nos vamos a retirar", resumió.

Ante esa actitud, la oposición pidió una sesión para el próximo miércoles para insistir con su propuesta.

El único punto de acuerdo se dio en el inicio de la sesión, cuando se definieron por unanimidad las nuevas autoridades de la cámara.

En este sentido, el FPV retuvo la presidencia provisional de la cámara alta, segundo en la línea de sucesión en caso de acefalía en el Ejecutivo.

Este cargo se mantendrá en manos de José Pampuro, pero el resto de las autoridades quedó para la oposición: Las Vicepresidencias Primera y Segunda fueron para dos justicialistas disidentes: el salteño Juan Carlos Romero y el sanjuanino Roberto Basualdo.

La nueva relación de fuerzas en el Parlamento se pondrá a prueba a partir del lunes próximo, cuando Cristina Fernández deje inaugurado el período de sesiones ordinarias.