Por la decisión del Tribunal Oral Federal de concederle el beneficio de la prisión domiciliaria a Luis Alberto Tejada, condenado en octubre del 2011 a 12 años de prisión al haberlo encontrado culpable de haberse apropiado de un bebé en 1980, hijo de desaparecidos, desde el Ministerio Público Fiscal adelantaron que van a apelar la resolución. Es porque consideran que debió adecuarse otro sector del Penal de Chimbas para la detención del acusado en lugar de mandarlo a su casa para que termine de cumplir su castigo.
Cuando llevaba un año detenido en el sector de la enfermería del Instituto Penal, 3 informes periciales fueron coincidentes en determinar que la cárcel no era el lugar apropiado para el cumplimiento de la condena, ya que representaba un peligro para la salud del acusado. Tomando en cuenta los informes de los peritos Mariano Castex, en representación del condenado, junto a dos nombrados por la Justicia, Alejandro Yesurón y Carlos Felipe Bruno, el Tribunal, integrado por los jueces Hugo Echegaray, Raúl Fourcade y Héctor Cortés dispuso la detención domiciliaria. Y es porque Tejada padece un cáncer que le ha afectado la laringe y que incluso le impide hablar con normalidad.
Tejada dejó la cárcel el jueves y vivirá ahora en su domicilio de Rivadavia junto a su esposa, Raquel Quinteros, también condenada a cinco años de detención domiciliaria por el mismo delito comprobado gracias a la investigación de un hermano del joven apropiado y al apoyo de Abuelas de Plaza de Mayo.
Precisamente el medio hermano del joven apropiado, Emilio Goya, dijo desde Chaco que “da bronca que haya gente que permita la impunidad de los genocidas”. Y adelantó que junto a su abogado va a estudiar qué medidas se pueden tomar para revertir la decisión.
“Todavía queda el juicio por desaparición de personas en Mendoza, donde él actuó”, dijo Goya, actual subsecretario de la Juventud de su provincia y presidente de la Comisión Provincial de la Memoria de Chaco.
Tejada y su esposa fueron condenados por la apropiación de Jorge Guillermo Martínez Aranda, hijo del militante montonero Francisco Luis Goya y de su pareja mexicana María Lourdes Martínez Aranda, secuestrados en 1980 cuando intentaban ingresar desde Chile a Argentina por Mendoza.
La causa judicial fue emblemática en San Juan porque representó el primer juicio de apropiación de bebés en Cuyo.

