Una ex jueza tendrá que declarar en la llamada “megacausa de las expropiaciones”. Se trata de Miriam Bettio, que fue citada como testigo para el 18 de este mes debido las declaraciones públicas que hizo en un medio de comunicación. Hace poco le dijo al Nuevo Diario que una perito de Fiscalía de Estado, que debe defender los intereses de la provincia, le confesó que estaba presionada por el abogado Santiago Graffigna y el ex fiscal de Estado Pedro Quiroga para inflar el valor de un inmueble expropiado para construir el dique Cuesta del Viento. La perito se llama Ana María Melvin, negó los dichos de la ex magistrada y ya adelantó que le iniciará una querella.
Bettio fue llamada a declarar para que ratifique o no sus dichos. Si bien en los medios de comunicación los ha reiterado, no lo ha hecho frente a la jueza que investiga si en los juicios de expropiaciones hubo connivencia de jueces, abogados y funcionarios públicos para inflar el precio de los inmuebles y que la provincia pague millones de pesos de más. Si efectivamente mantiene sus palabras, podría ser un elemento clave para reforzar la idea de que el Estado fue víctima de una red de profesionales que operó para estafar a la provincia con precios exorbitantes.
Bettio es ahora jubilada, pero hasta el año pasado estuvo en actividad y fue una de las juezas que resolvió juicios de expropiaciones. Según la publicación del semanario, la ex magistrada aseguró que cuando le preguntó a Melvin por el valor tan alto que fijó para un terreno de Cuesta del Viento (en otro de similares características, el precio que determinó fue mucho más bajo), la perito le contestó en llanto que actuaba presionada por Graffigna y Quiroga. El primero llevaba decenas de juicios en nombre de los expropiados y es uno de los sospechosos de haber armado maniobras para sacarle plata adicional a las arcas públicas; mientras que el segundo fue el fiscal de Estado hasta 2002, cuando falleció.
Melvin quedó en el foco de la polémica no sólo por la acusación de Bettio. En la megacausa declaró Roberto Nievas, perito de Fiscalía de Estado, quien aseguró que su colega le contó que tenía un arreglo con Graffigna. Además, el abogado Héctor Carelli, titular del área Expropiaciones en el organismo cuando sucedieron los hechos, fue interrogado y respondió que la profesional también le había comentado de la situación que atravesaba con el abogado que está en la mira de la Justicia.
Por otra parte, un informe del Tribunal de Tasaciones da cuenta de que Melvin tasó inmuebles de juicios que llevaba Graffigna a un precio mucho más alto que los valores históricos que se habían fijado para lotes prácticamente iguales. Prueba que está en evaluación de la Justicia, para determinar si los dichos de Nievas, Carelli y Bettio tienen asidero en la práctica.
Las tasaciones son vitales en un proceso de expropiación, porque es el valor de referencia que toma el juez del caso para fijar el precio final que debe afrontar la provincia. Sobre el valor determinado se calculan los intereses a pagar por el tiempo transcurrido desde la desposesión del lote.
La perito fue llamada a declarar y ante Rosellot negó cualquier vínculo con Graffigna. “No tengo trato con él”, le dijo a la prensa al salir de una de las audiencias.

