El abogado Santiago Graffigna volvió a quedar como imputado y procesado en la causa donde se investiga si se dejó plata que le correspondía a personas que representó en juicios de expropiaciones. Esto, porque la Corte de Justicia resolvió dejar sin efecto el fallo de la Sala I de la Cámara de Apelaciones que había declarado nulo todo lo actuado en la etapa de instrucción. Así, la causa contra el letrado seguirá en trámite y no debe volver a fojas cero.
El caso que complica a Graffigna deriva de la llamada megacausa de las expropiaciones de terrenos que se disparó por una denuncia de la administración giojista, al sospechar que en los juicios actúa una red de jueces, funcionarios y abogados que se ponen de acuerdo para que el Estado pague millones por inmuebles que valen mucho menos (ver recuadro). En esa causa fueron llamados a declarar propietarios de terrenos expropiados y cuando alertaron que recibieron plata de menos, la jueza María Inés Rosellot abrió un nuevo proceso para investigar al ahora imputado.
La magistrada procesó a Graffigna por los delitos de administración fraudulenta y coacción, al entender que hay pruebas que demuestran que presionó a testigos para que no declaren en su contra y que se dejó dinero de sus clientes. Pero la defensa del abogado apeló y la Sala I dictó la nulidad del proceso, por considerar que la jueza y el fiscal Daniel Guillén cometieron errores graves (ver Cronología).
El lunes, a instancia de un recurso que había presentado el abogado Diego Sanz como parte querellante, la Corte de Justicia revocó la resolución de segunda instancia y dejó todo como estaba. Es decir, el procesamiento de Graffigna sigue vigente.
El fallo es de los cortistas Juan Carlos Caballero Vidal, Abel Soria Vega y Adolfo Caballero, quienes convalidan el requerimiento fiscal de primera instancia y tildan la resolución de la Sala I de “arbitraria” y “no apegada a las normas procesales”. Al mismo tiempo, apartan de la causa a los miembros de la Sala en cuestión y ordenan que el planteo que hizo la defensa de Graffigna sea resuelto por otra de las salas de la Cámara Penal, en este caso la Nº 2.
El cuestionamiento de los defensores se centra en que para dictar el procesamiento, la jueza Rosellot no merituó la prueba aportada en forma integral y que desechó elementos que debían ser tenidos en cuenta. Al tener que entender otra Sala, habrá una nueva etapa de revisión de los argumentos de los abogados de Graffigna y técnicamente, el procesamiento no está firme.
Graffigna estuvo detenido casi dos meses, hasta que recuperó su libertad a cambio de una fianza de 300 mil pesos. Cuando declaró el procesamiento, la jueza le impuso que se presentara todas las semanas en una comisaría para verificar que no se fugue, conducta que ahora deberá retomar.
Junto a Graffigna estaba en el ojo de la tormenta su ex socio Horacio Alday. Sin embargo, Rosellot dictó para él la falta de mérito.

