Los coordinadores, profesores y monitores coincidieron. Este año, las colonias de verano que desarrolla el Gobierno sanjuanino y que comienzan hoy se caracterizarán por una fuerte impronta en cuestiones de salud.
El caballito de batalla en ese aspecto será el cambio en la alimentación, pues de las viandas en bandeja pasarán a tener un plato servido, nutritivo y balanceado, que será complementado con clases de Educación Alimentaria, controles odontológicos y de rutina, detección de casos de malnutrición e incluso de consumo de drogas, además de obviamente la práctica de distintas actividades físicas.
Esto se desprendió de la capacitación que ayer protagonizaron los 1.500 coordinadores y monitores que tendrán las colonias en sus 79 centros a lo largo y ancho de la provincia. Según adelantaron, los hábitos saludables se van a desprender de un aspecto clave y que cambiará con respecto a las ediciones anteriores: la comida.
Es que los chicos ya no recibirán un sandwich en una bandeja plástica con un jugo en sachet, sino que tendrán un almuerzo servido en una mesa y con platos y cubiertos, es decir, lo más parecido a comida casera, con un menú elaborado para ser una dieta balanceada, nutritiva y con las calorías necesarias para cubrir el desgaste de cada jornada, además de que también recibirán el desayuno.
Según explicaron, desde este punto de partida tendrán clases de Educación Alimentaria para desarrollar buenos hábitos, higiene e incluso modales, a través de diferentes juegos. Estarán a cargo de los profes o de equipos itinerantes, especialmente conformados.
A su vez, habrá un trabajo diferencial con los chicos que tienen obesidad mórbida o bajo peso, mientras que los celíacos tendrán un menú especial. Por su parte, harán controles de peso y talla y chequeos odontológicos, mientras que ayer los 1.500 “profes” tuvieron una capacitación sobre prevención en adicciones, a cargo de la Dirección de Abordaje Integral de las Adicciones, en las que les indicaron que deberán estar atentos a ciertas conductas, lenguajes y comportamientos, para luego hacer intervenir a los equipos técnicos en casos de confirmar casos.
“Este año hicimos una gran inversión en la alimentación y tenemos un número récord de participantes, así que era la oportunidad ideal para inculcarles a los chicos sobre buenos hábitos, el buen trato o la buena alimentación”, señaló Oscar Matamora, director de Políticas Alimentarias de Desarrollo Humano.
Según explicaron, desde este punto de partida tendrán clases de Educación Alimentaria para desarrollar buenos hábitos, higiene e incluso modales, a través de diferentes juegos.
Estarán a cargo de los profes o de equipos itinerantes, especialmente conformados. A su vez, habrá un trabajo diferencial con los chicos que tienen obesidad mórbida o bajo peso, mientras que los celíacos tendrán un menú especial.
Por su parte, harán controles de peso y talla y chequeos odontológicos, mientras que ayer los 1.500 “profes” tuvieron una capacitación sobre prevención en adicciones, a cargo de la Dirección de Abordaje Integral de las Adicciones, en las que les indicaron que deberán estar atentos a ciertas conductas, lenguajes y comportamientos, para luego hacer intervenir a los equipos técnicos en casos de confirmar casos.
“Este año hicimos una gran inversión en la alimentación y tenemos un número récord de participantes, así que era la oportunidad ideal para inculcarles a los chicos sobre buenos hábitos, el buen trato o la buena alimentación”, señaló Oscar Matamora, director de Políticas Alimentarias de Desarrollo Humano.
“La deserción casi no existe”
Nicolás Bisignano – Coordinador General
“Las colonias de verano han ido mejorando año a año, principalmente en aspectos de la salud, este año con la alimentación, además de las actividades recreativas.
Y son un éxito precisamente porque cada año se va elevando la vara y les da a los chicos lo que no siempre tienen, con niños de escasos recursos que de otra manera no podrían acceder a una colonia paga.
Pero también, las colonias sirven para que no estén en la calle, para que durante todas las mañanas estén ejercitándose, asumiendo responsabilidades, asimilando buenos hábitos de salud o de higiene. Las deserciones en las colonias casi no existen justamente porque los chicos no se aburren, no se sienten mal o incómodos. Si eso pasara, cada vez serían menos y se da todo lo contrario.
La experiencia de tantos años también es clave porque ya sabemos lo que más les gusta a los chicos y tratamos de usufructuar ese conocimiento. Por ejemplo, apostamos más por las actividades recreativas y las disciplinas deportivas, como el fútbol, el vóley, la natación o el ajedrez”.