El canciller uruguayo, Luis Almagro, reiteró ayer que es "impracticable" mudar la pastera UPM (ex Botnia), como reclaman los asambleístas de Gualeguaychú, y pidió "esperar los resultados de los monitoreos" de control del medio ambiente en la planta y el río Uruguay. "Es impracticable desmantelar esa inversión y trasladarla a otro lado, no existe en el mundo de la realidad", subrayó Almagro, que sostuvo que "tenemos que ir a un marco de política verdad, tenemos que resolver estos problemas". El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay se refirió al conflicto por la instalación de la pastera UPM, en la ciudad de Fray Bentos y resistida por asambleístas de Gualeguaychú. Por Argentina, el canciller Héctor Timerman había criticado las protestas de los asambleístas, al señalar que "la mayoría de los vecinos de Gualeguaychú está de acuerdo con este plan" impulsado por ambos gobiernos para el control del río y aseguró que "es total y absolutamente a favor del medio ambiente y la vida humana".
Por otra parte y en relación a otro posible enfrentamiento el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, advirtió que el Gobierno busca evitar "un daño ambiental irreversible" y eventuales conflictos con Uruguay por la construcción de una represa en Corrientes, y confirmó que por esa razón se pidió a la justicia la paralización de las obras. "Pedimos que se paralicen las obras por dos razones: una porque se produciría un daño medioambiental irreversible y otra, porque es imperioso el cumplimiento de deberes que se autoimpuso oportunamente el Estado argentino por el estatuto del río Uruguay de 1975", agregó Fernández.
