Alberto Fernández opinó acerca de las las elecciones internas que se realizarán el domingo en Uruguay para definir a los candidatos a la Presidencia en los comicios de octubre. Las expresiones del ex Jefe de Gabinete molestó de sobremanera a Danilo Astori y Jorge Larrañaga, precandidatos presidenciales por Frente Amplio y Partido Nacional, respectivamente.

Fernández se había reunido con los candidatos Luis Alberto Lacalle, del Partido Nacional y con José Mujica, del Frente Amplio (rivales de Astori y Larrañaga), a quien les dijo que sus propuestas de "centro y centro izquierda", si bien no son iguales, "no serán un problema para los uruguayos" y les aseguró que ambos son "dos buenos candidatos". Dichas declaraciones desataron la polémica: "es un triste y un lamentable ejemplo de injerencia indebida en los asuntos que son propios de los uruguayos. No es el primero, y difícilmente sea el último, tratándose del entorno y de la gente cercana a la familia Kirchner", señaló Astori. "No es posible que este representante y mensajero de los Kirchner venga al Uruguay cuatro días antes de una elección a establecer pronósticos dentro de las encuestas", agregó Larrañaga. "Es una muestra de prepotencia centralista porteña de algunos señores que están acostumbrados en su país a hacer lo que quieren y creen que en Uruguay pueden hacer lo que desean", acotó el precandidato.

Siguiendo bajo clima electoral pero refiriéndose a las elecciones legislativas nacionales, Alberto Fernández estimó que "el oficialismo vencerá pero no mantendrá la mayoría parlamentaria" porque "se perdió con la resolución 125".

Por otro lado, se refirió a las relaciones entre Argentina y Uruguay, que calificó como "lamentablemente complejas", derivadas del conflicto por la planta de celulosa construida por el grupo finlandés Botnia en la orilla del río que separa ambos países, con la oposición de Buenos Aires. En este sentido, afirmó que se levantó "una ciudad entera" y no sólo un grupo de "piqueteros", en referencia a Gualeguaychú, la localidad donde se originó el movimiento de protesta contra Botnia que cortó el puente que en la zona une Argentina con Uruguay.