En las horas previas a su vuelta a la ciudad de Buenos Aires -está en el sur del país desde la Navidad-, Mauricio Macri recibió esta tarde a María Eugenia Vidal en el selecto country Cumelén de Villa La Angostura, en el que el Presidente intercaló en estos últimos días descanso con reuniones políticas.

 

El encuentro entre Macri y la gobernadora bonaerense se da en medio de la avanzada político y judicial sobre un sector del sindicalismo -Marcelo Balcedo, del SOEME bonaerense, cayó preso la semana pasada- y tras los desmanes de fin de año en torno a la aprobación de la Reforma Previsional. El jefe de Estado y Vidal no se veían desde aquellos días, y dejarán de frecuentarse de nuevo en las próximas semanas.

 

Es que cuando la gobernadora vuelva de sus vacaciones en La Angostura, donde planea quedarse desde esta noche junto a sus hijos durante una semana, Macri dejará el país para iniciar la gira por Moscú, Davos y París, en la que se entrevistará con Vladimir Putin y Emmanuel Macron.

 

La reunión entre el Presidente y la gobernadora se da en momentos en que Cambiemos empieza a delinear lo que será su tercer año de gestión, después del tumultuoso fin de año y en medio de un intento de rearme por parte del peronismo. Por caso, Vidal tuvo el año pasado un acuerdo parlamentario con Sergio Massa, que no goza desde hace rato de la simpatía de Macri.

 

El reencuentro tuvo lugar además 24 horas después del almuerzo que el jefe de Estado compartió ayer con Horacio Rodríguez Larreta y parte de su gabinete, Diego Santilli y Felipe Miguel, entre ellos. Antes, el Presidente y el jefe de Gobierno porteño se reunieron a solas frente al lago Nahuel Huapi, en una de las dos casas que Macri alquila desde fines de diciembre, tras versiones vinculadas con un supuesto malestar de la Casa Rosada con el jefe porteño.

 

 

Las imagenes que Presidencia eligió para distribuir a los medios en ese sentido no son casuales y, al menos, alimentan los rumores. Mientras la foto de hoy muestra a un Macri y a una gobernadora sonrientes y relajados, la de ayer entre el jefe de Estado y Rodríguez Larreta los muestra tensos y serios. ¿Fue adrede? Servirá para colaborar con todo tipo de especulaciones. El jefe de Gobierno, por lo pronto, fue invitado a integrar la delegación presidencial que participará del foro económico de Davos, en Suiza.

 

Los cónclaves de Cumelén se desarrollaron, incluso, después algunos cortocircuitos en la mesa chica que rodea a Macri y en la que se sienta Marcos Peña junto a Vidal y Rodríguez Larreta. En el entorno de los tres empiezan a aparecer tibias internas en relación con la supuesta sucesión del Presidente si es que éste reelige en el 2019 y de cara al 2023. Hay quienes dicen que el jefe de Gobierno está apurado. Que el jefe de Gabinete, el funcionario más influyente, empezó a pensar con más frecuencia y ambición en esa posibilidad de suceder a Macri. Y que Vidal se debate entre la Provincia, su altísimo nivel de popularidad y su propia reelección.

 

Hay quienes aseguran también que la gobernadora todavía tenía algunas dudas con su reelección en 2019. En Casa Rosada explican que la decisión de Macri de engrosar las arcas provinciales con los $65.000 millones con los que contará en el 2019 no le deja margen. “Si tenía dudas ya se le evacuaron”, abundan.