De acuerdo a la información del Ministerio de Hacienda, los municipios de Santa Lucía y Rivadavia, que comandan los basualdistas Marcelo Orrego y Fabián Martín, incrementaron sus plantas de pasantes un 66 y un 45 por ciento en los años que cada uno lleva de gestión. En valores nominales, en 2012 el primero tenía 535 trabajadores temporales y al 30 de diciembre 2017 los aumentó a 887. En el caso del segundo, en diciembre de 2015 recibió la comuna con 833 pasantes y casi dos años después, la cifra trepó a 1.208. Orrego había dicho en declaraciones a los medios, que cuando asumió había tenido que reducir la cantidad de pasantes, algo que no surge de las planillas oficiales.
Los datos oficiales corresponden a los informes bimestrales que los municipios presentan a la cartera de Hacienda. Dentro de las planillas figuran notas salariales, los cargos testigos, la ejecución presupuestaria, el endeudamiento y recaudación, entre otros puntos. De ahí que el ministro Roberto Gattoni le apuntó a Santa Lucía y Rivadavia al manifestar que son comunas deficientes, ya que señaló que cuentan con un alto nivel de personal irregular. Incluso el gobernador Sergio Uñac deslizó que las incorporaciones se dieron año tras año producto de compromisos políticos.
A la polémica por los recursos que el Ejecutivo envió a las comunas se sumó el diputado nacional por Cambiemos, Eduardo Cáceres, quién fue muy duro contra el Gobernador al manifestar que “el recorte tiene una sola explicación, está faltando dinero y eso es grave”. Además, el referente macrista fue más allá al decir que “es un chiste que Uñac le diga a Orrego cómo se maneja un municipio”. Sobre esos dichos, quien salió con los tapones de punta fue nuevamente Gattoni, quien resaltó ayer que “lamento que Cáceres esté tan mal informado de su provincia”. Dijo que “si un diputado nacional dice que tenemos problemas económicos, cuando es absolutamente al revés, está generando temor en la gente y eso está muy mal”. Por su parte, Uñac anunció que “vamos a ayudar a estos dos municipios, pero con un compromiso, que tienen que parar ahí”.
Esa frase encendió el alerta de los dos jefes comunales, que tildaron las declaraciones como “una falta de respeto” y “agresivas”, para el caso de Martín y de que “no conoce la gestión de Santa Lucía”, según dijo Orrego. La puja por la cantidad de pasantes estalló el jueves cuando, en la primera sesión del año en la Cámara de Diputados, los legisladores de ambos municipios criticaron al Ejecutivo por el reparto de fondos a los 19 distritos, en concepto de ayuda para dar un aumento de sueldo al personal comunal comparable a la suba salarial a la que llegaron los estatales, un 17 por ciento en dos veces. Según los representantes municipales, Santa Lucía recibió un 56 por ciento menos que en 2017 para aumentar los salarios, y para Rivadavia la caída fue del 45 por ciento. Con esos valores, los jefes comunales aseguraron que dar un aumento, incluyendo a pasantes, iba a ser complicado. “No sé qué vamos a hacer”, incluso dijo Martín.
Fondos para aumentos
293 Millones de pesos destinó el Ejecutivo a los 19 municipios para que apliquen una suba salarial a sus empleados.
Ley de coparticipación
Tal cual lo vienen reclamando los intendentes, el Ejecutivo enviará en junio una ley de coparticipación. Con la norma, cada jefe departamental tendrá sus propios recursos y deberá fijar cada año qué suba salarial le aplica a sus trabajadores, ya sean de planta permanente, política, contratados o pasantes.