Como decano, era la máxima autoridad de la Facultad de Ingeniería, en cuya aula del Departamento de Agrimensura falleció el alumno Fernando Reinoso tras recibir una descarga eléctrica en marzo de 2010. Así, Oscar Nasisi está enfrentando el juicio acusado de ser uno de los responsables del homicidio culposo (es decir, causar la muerte sin intención, sino por imprudencia o negligencia), aunque ayer cargó las tintas contra la Secretaría de Obras de la UNSJ y, por ende, los funcionarios de entonces. "Todas las refacciones, el mantenimiento y la obra nueva se realizaba a través del Rectorado y de la Secretaría de Obras", aseguró en su declaración, en referencia al pésimo estado en que se encontraban las instalaciones eléctricas. Sobre ese punto, manifestó que en ningún momento le informaron de esa situación riesgosa, ya que, si hubiera tenido conocimiento, "hubiera actuado de manera diferente". Los que estuvieron en el área de Obras de la casa de altos estudios, previo y durante la tragedia, fueron Joaquín Rosso y Guillermo Coto.

El otro imputado es Alfredo Daroni, ex secretario Administrativo Financiero de Ingeniería (hoy secretario de Bienestar Universitario de la UNSJ), quien también dio su versión. El funcionario era el que, entre otras tareas, autorizaba los pagos de distintos servicios en la unidad académica. Un punto central en la causa es el pedido del director del Departamento de Agrimensura, Hernán Alvin Rojas, quien había presentado un escrito para conseguir presupuesto para una serie de refacciones, entre las que se encontraban las eléctricas. Pero Daroni contó que, en una reunión que tuvo para definir las prioridades por la falta de fondos, Alvin Rojas escogió la colocación de la instalación eléctrica para un aula de informática y que en ningún momento le contó de la gravedad de la red en Agrimensura, al punto de que remarcó que este y un electricista habían recorrido el edificio.

De esa manera, tanto Nasisi como Daroni apuntaron a zafar de las responsabilidades que les endilgaron el fiscal Francisco Maldonado y los querellantes Diego Reinoso (hermano de la víctima) y Leopoldo Fachinelli en sus respectivas acusaciones. Estos últimos le recordaron al entonces decano que en una asamblea universitaria de 2009 se plantearon los problemas de las instalaciones eléctricas y que se aconsejó a los decanos que se arbitren los medios para solucionarlos. En ese punto, Nasisi manifestó que se hizo referencia a las habilitaciones, tarea que está a cargo de la Secretaría de Obras de la casa de altos estudios. En cuanto a Daroni, el fiscal le preguntó si los pedidos de Alvin Rojas habían sido enviados al área de obras de la UNSJ, dado que fue la dependencia señalada para esos trabajos, pero dijo que el escrito no había pasado a instancias superiores, sino que quedó en su Secretaría.

Joaquín Rosso estuvo al frente de la Secretaría de Obras de la UNSJ desde julio de 2002 a fines de agosto de 2009, mientras que Guillermo Coto se hizo cargo el 11 de diciembre de ese último año. Según había trascendido, ambos tenían previsto declarar, pero, al final, decidieron no hacerlo, aunque pueden dar sus versiones en cualquier instancia del debate. Teniendo en cuenta que los dardos apuntan hacia ellos, es casi un hecho que hablarán y buscarán desligarse de responsabilidades.

El último imputado era Fredy Baldivieso, quien conducía el Comité de Higiene y Seguridad, aunque este falleció en febrero de este año.

 

Acusación

Los querellantes van por la figura del homicidio con dolo eventual, el cual tiene penas de 8 a 25 años de cárcel. Los abogados de la familia señalan que las autoridades conocían el estado de las instalaciones eléctricas y no hicieron nada para ponerlas en regla.