Tras su asunción, la flamante ministra de Educación, Alicia García, ayer aseguró que “fui gremialista toda mi vida” y que tiene una buena relación con los sindicatos. Desde el sector gremial reconocieron que han mantenido un fluido diálogo con la funcionaria durante la elaboración del proyecto de ley de Educación provincial y consideran que es una persona “tratable” y “con apertura” a la hora de entablar una discusión, por lo que entienden que seguirá la línea de la extitular de la cartera, Cristina Díaz. El dato no es menor ya que los sindicatos docentes nuclean a un porcentaje significativo de los estatales y tienen un fuerte peso en las discusiones salariales y laborales. Dentro del Gabinete provincial, el área educativa es la que más cambios ha atravesado en la gestión giojista, en la que han pasado 4 personas por ese puesto.
El cambio se produjo por la renuncia de Díaz, quien manifestó que “no estaba resultando funcional a cómo me he brindado durante estos casi 11 años, no estaba siendo útil y eficiente como entiendo que se debe ser en un Ministerio tan demandante”. La ahora exfuncionaria reconoció que “una gestión necesita de mucha fuerza y energía” y que “con los añitos que tengo, esa fuerza ya no estaba a pleno”. Díaz tiene 61 años y mencionó que otras razones para dejar el cargo tienen que ver con que “a mi familia la he tenido absolutamente abandonada durante este tiempo”. Su reemplazante es García, quien se venía desempeñando en el Ministerio (ver perfil).
En el marco del recambio, también presentó su renuncia la secretaria de Educación, Rossana Belli, quien decidió seguir los pasos de quien la designó en ese puesto. En su lugar fue nombrada Miryham Moretta. En su discurso, el gobernador José Luis Gioja le agradeció el trabajo brindado por los funcionarios salientes y dijo que este tipo de modificaciones “son cosas absolutamente normales por el ejercicio de la función pública”. Además, a los que comenzarán a desarrollar sus tareas a partir del lunes les pidió “compromiso, esfuerzo y sentido común”.
La nueva ministra destacó que el objetivo es seguir el proyecto educativo y político que viene trazando la provincia. Aseguró que su relación con los gremios “es buena” y remarcó que tuvo ejercicio gremial. “Sé que a través del diálogo podemos llegar a alcanzar los objetivos y en toda negociación hay que acordar”, subrayó. Por el lado de los sectores sindicales admitieron que la funcionaria fue delegada gremial de UDAP. Desde ese sindicato manifestaron que tienen buena relación con la flamante titular. “Es importante su paso sindical”, indicó Daniel Quiroga, de AMET, porque “conoce la problemática de los docentes y ha vivido los problemas”. Por su parte, Roberto Rosa, de UDA, se mostró confiado de que va “a tener una apertura para que haya diálogo, se busquen los mejores acuerdos y que se alcance un proyecto educativo que sea eficiente”.
Además de reconocer su antigua pertenencia al sector, los representantes sindicales manifestaron que han tenido un buen y fluido contacto con García durante el trabajo de la comisión en la Cámara de Diputados que está elaborando la ley de Educación de la provincia, que debe estar en sintonía con la que sancionó la Nación.
Con respecto a su futuro equipo de trabajo, la flamante ministra dijo que “estamos viendo” el recambio de funcionarios de segundas líneas en el Ministerio. En ese sentido, explicó que la semana que viene tomará las determinaciones, que tiene un proyecto en mente y que analizará cada gestión “y ver cuáles son las necesidades”.
En la cartera educativa el primer ministro de la gestión giojista fue Pedro Mallea, quien se desempeñó desde 2003 al 2006. Después vino el turno de Margarita Ferrá de Bartol, que permaneció en el puesto hasta 2007. Desde entonces, Díaz, que venía ocupando el cargo de secretaria de Educación, tomó las riendas del Ministerio.
