Su empeño en la política, el mismo que tiene en su condición de empresario, le permitió consagrarse y mantenerse como el líder de la oposición provincial de la última década y apuntalar con éxito el espacio que construyó cuando se fue del PJ. Roberto Basualdo sigue defendiendo los mismos ideales que allá por 2003, cuando por primera vez se lanzó a batallar por la Gobernación, y mantiene vigente su característica de no enfocarse en críticas a sus rivales de turno, para concentrase en las propuestas con las que dice que es posible "transformar" San Juan.
Es un eterno emprendedor de desafíos y antes de llegar a la política, se hizo conocido públicamente destacándose en otras actividades. En los 70′ llegó a ser campeón cuyano de automovilismo en cinco oportunidades y en 1980, siguiendo los pasos de su padre, Juan Roberto, inició su propio negocio mayorista.
La firma comercial llevaba su nombre y fue el punto de partida para fundar después una gran cadena nacional, con sucursales aquí, en Mendoza, Córdoba, Tucumán y Mar del Plata. Tras años de crecimiento, vendió todo a otra empresa del sector privado y hoy está dedicado al rubro inmobiliario.
Lo que mantuvo intacto en estos años es la Fundación Roberto Basualdo, llamada así en honor a su padre y a su hijo, ambos fallecidos, la misma que en los años de crisis llegó a entregar copas de leche a 2.000 chicos. Esa institución fue la base de sustentación de su construcción política, que a la larga se convirtió en el Partido Producción y Trabajo que lo catapultó en las urnas como senador nacional desde 2005 y que le permitió consagrar intendentes en distintos departamentos, como el que conduce actualmente Marcelo Orrego.
Su espacio pasó a llamarse en la jerga popular "basualdismo", pero él rechaza la idea de los personalismos, insiste en que "somos un equipo" y asegura que ninguna conquista puede llegar en soledad. A la hora de definir al presidente de Producción y Trabajo siempre impulsó a otro dirigente y ahora dice que cuando se retire de la política, lo quiere hacer desde el llano y sin ningún cargo partidario.
"Es un hombre que siempre da participación, busca los consensos y para tomar una decisión consulta a todos, aunque después la toma y no la cambia", asegura Orrego, candidato a la reelección en Santa Lucía y uno de sus hombres más cercanos.
La primera incursión en política de Basualdo data de 1990, cuando apoyó la fórmula de Tulio Del Bono y Guillermo De Sanctis en la interna justicialista que perdieron con la dupla conformada por Jorge Escobar y Juan Carlos Rojas. Se decidió porque como empresario había hecho muchos aportes de dinero a la actividad y quería probar siendo protagonista él mismo.
Fue así que tras ser candidato a vice de Olga Riutor por un lema justicialista en 1995 y a intendente de la Capital cuatro años después, en 2001 debutó en un cargo electivo tras ganar una banca diputado nacional.
En 2003 resolvió maniobrar fuera de la estructura orgánica del PJ, se la jugó por primera vez por la Gobernación y cayó a manos de José Luis Gioja. Desde entonces, ya con su partido propio, no paró en su intento por llegar al sillón de Sarmiento y si bien no lo consiguió, fue el motor principal del crecimiento de Producción y Trabajo y su posicionamiento como primera alternativa al oficialismo, postergando a fuerzas históricas en San Juan, como la UCR, la Cruzada Renovadora y el bloquismo. Incluso, sus alfiles le soplaron varios municipios al giojismo, pero la mayoría terminó saltando la cerca y acercándose al calorcito del poder.
Para las legislativas de 2013 y las elecciones de este año, fue el gran aglutinador de un amplio frente opositor que lo lleva como candidato a Gobernador con el bloquista Enrique Conti de compañero. Y hasta talló en el espectro nacional intentando la unidad entre el macrismo y la tropa que apoya a Sergio Massa.
Ducho en sacar cuentas y prever, Susana Laciar, presidenta de producción y Trabajo y candidata a diputada provincial, asegura que "es muy obsesivo por el orden, más bien tímido y un hombre muy exigente con todos los que trabajamos a su lado". También lo calificó de "muy generoso", al igual que aquellos que lo acompañan desde hace años en la fundación.

