San Juan 29 de marzo.- En el día de ayer un porcentaje importante de los espacios, en Capital, reservados para la cartelería publicitaria se vieron cubiertos por una escena ya conocida por todos los argentinos. Bajo la leyenda “Compartimos esperanzas”, se puede ver el brazo de la presidente Cristina Fernández, entregando un mate al papa Francisco, el día en que el sumo pontífice recibió a la mandataria argentina de manera exclusiva.
Esta campaña, organizada y firmada por los equipos de comunicación del kirchnerismo, ya se había visto en Capital Federal y Buenos Aires, hasta que finalmente llegó al interior.
La finalidad que tiene esta campaña propagandística, como los propios dirigentes y funcionarios oficialistas salieron a explicar, es mostrar que las diferencias que anteriormente existieron, con quien era Arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio, son parte del pasado. Es más, la propia presidenta es quién bajó línea en su momento, y expresó haberse sentido emocionada tras el encuentro con Francisco, siendo más que clara. Esas declaraciones bastaron y sobraron para que algunos sectores, los más críticos a la Iglesia, no brindaran más declaraciones sobre el tema.
