De acuerdo a los especialistas, la operación no registra antecedentes en el mundo. Se trata del retiro de la escombrera denominada Cerro Amarillo, una montaña de rocas de 41 millones de toneladas que había sacado la empresa Los Pelambres de su mina en Chile y había depositado en parte de la cordillera argentina, en Calingasta, sin ningún tipo de autorización. Tras una resolución judicial del juez federal Leopoldo Rago Gallo, la extracción comenzó hace cinco años y un mes y, a diciembre de 2022, alcanzó un 91 por ciento. El nivel de avance está dentro del plan que había presentado la compañía ante la Justicia, al punto de que todo va encaminado a finalizar en mayo, el plazo máximo que se había concedido, indicaron fuentes ligadas a la minera, cuyos directivos brindarán el informe oficial la semana que viene a las autoridades del Ministerio de Minería, que conduce Carlos Astudillo. El documento, luego, es elevado al Juzgado Federal Nº2 y la Fiscalía a cargo de Francisco Maldonado.
Los Pelambres fue depositando los 41 millones de toneladas de roca desde 2007 a 2012 y el conflicto estalló cuando la empresa Glencore radicó una demanda civil contra la minera chilena en 2014 y la denunció penalmente al año siguiente debido a que la escombrera se había construido en la zona que tiene bajo concesión para el proyecto de cobre El Pachón. Durante la gestión uñaquista, hubo acuerdo para que Los Pelambres sacara más de 500 neumáticos de los camiones fuera de ruta que estaban enterrados entre los escombros. Luego, Fiscalía de Estado, a cargo de Jorge Alvo, se hizo parte querellante en la causa penal y le solicitó al juez Rago Gallo la remoción de la escombrera, al igual que el fiscal Maldonado. El magistrado les dio el OK y, en audiencias con los directivos chilenos, ordenó el retiro y se acordó un plazo de 5 años y medio, más uno de prórroga ante posibles contingencias.
Los trabajos arrancaron sobre mediados de diciembre de 2017 y la empresa chilena fue depositando las rocas en las dos escombreras que tiene habilitadas en Chile. Las tareas se fueron acelerando y sufrieron un parate de unos nueve meses por la pandemia del coronavirus en 2020, para, luego, recuperar el ritmo al año siguiente (Ver infografía). Según las fuentes, el informe de lo retirado el año pasado se está terminando de elaborar para ser presentado al Ministerio de Minería en el transcurso de este mes, aunque indicaron que la cifra es cercana a los 10 millones de toneladas de rocas, cosa que empuja el número global al 91 por ciento. En mayo de este año se cumplirá el plazo de retiro de 5 años y medio, aunque las fuentes no descartaron que la minera pueda terminar antes. La postura obedece a que Los Pelambres llevaba un buen ritmo de extracción, al punto de que había informado que estaba sacando más de lo planificado, lo que se vio afectado por las restricciones por el coronavirus.
El retiro total de la escombrera no será todo, ya que la empresa debe realizar monitoreos ambientales en la zona durante cinco años, además de que se están haciendo controles de agua en lagunas, los que no han presentado alteraciones en sus valores, indicaron las fuentes.
La extracción se aceleró luego de que el juez y el fiscal indagaran a directivos de Los Pelambres por los delitos de contaminación y usurpación de agua y suelo. Con el inicio del retiro de la escombrera, los abogados de los empresarios pidieron frenar la causa penal hasta finalizar con las tareas y es un hecho que, una vez que esté todo terminado, solicitarán la extinción de la acción penal para desligar de responsabilidades, ya que todo habrá sido remediado.