El Radiotelescopio Chino-Argentino, CART por sus siglas en inglés, está en un 20 por ciento de avance, pero ya se puede apreciar buena parte del tamaño que tendrá el plato de la gigantesca antena. Por ahora, es sólo una estructura de hierro, a la que pronto le pondrán las placas de revestimiento y, finalmente, montarán en un pie con el que alcanzará los 40 metros de altura. Eso recién se verá en mayo próximo, cuando está previsto que termine el armado de la estructura. Entre noviembre y diciembre de 2024, el aparato más grande de Sudamérica de este tipo estará funcionando, según anticiparon las autoridades sanjuaninas y chinas. Con el avance dentro de los tiempos planificados, el embajador chino en Argentina, Wang Wei, eligió ayer este proyecto para confirmar lo que ya había dicho: la relación con San Juan es sólida y, por eso, a pesar de lo que suceda en el vínculo con el gobierno de Javier Milei, los fondos para terminar y operar el radiotelescopio están garantizados.

Equipo mixto. En la construcción participan 16 técnicos que llegaron desde China y un grupo de sanjuaninos que también lo utilizará cuando esté listo. 

 

La visita al complejo astronómico fue una oportunidad para demostrar la cercanía entre el gobierno de la República Popular China con la provincia y el país, además de reafirmar la intención de mantener un trabajo conjunto. Todo esto se da en el contexto de las declaraciones del presidente electo Javier Milei, quien había dicho que no iba a comerciar con el gobierno de Xi Jinping. Sin embargo, el embajador Wang Wei le llevó una carta del mandatario chino en la que felicitaba al libertario por su triunfo y este le agradecía el gesto, sumado a que Diana Mondino, la futura canciller argentina, destacó que "no tiene lógica romper vínculos con China". En la visita al Parque Nacional El Leoncito, donde están los dos observatorios astronómicos y construyen el CART, las autoridades repitieron varias veces que esta obra era una muestra de "los buenos resultados del trabajo conjunto".

Wang Wei habló en español frente a los presentes y aseguró que, "gracias al apoyo incondicional del gobierno, ambas partes superaron los desafíos", lo que permitió el acuerdo, la construcción de la infraestructura y la llegada de las partes de la antena. También nombró otros proyectos de ciencia que comparten los dos países, como el lanzamiento de un cohete chino que colocó seis satélites argentinos en órbita. "El trabajo de cooperación está dando resultados y la ciencia no conoce fronteras y beneficia a toda la humanidad", aseguró.

El CART explorará el espacio profundo bajo la dirección de la UNSJ, el NAOC de China, la provincia y el Conicet. 

Sergio Uñac habló en el mismo sentido y agregó un mensaje para el gobierno nacional. "La provincia se comprometió a hacer el camino, la conexión de fibra óptica, el nuevo tendido eléctrico y la red de agua. Todo esto es lo que se llama obra pública", aseguró. También dijo que "lo que necesitamos es ahondar más en las relaciones con el mundo. Desde donde esté, voy a seguir instando por ese objetivo", en referencia al rol que ocupará como senador nacional. Autoridades del NAOC (Academia de Ciencias de China), Daniel Filmus, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Nacional, la presidenta del Conicet, Ana Francin, y el rector de la UNSJ, Tadeo Berenguer, se sumaron al reconocimiento del "resultado de la cooperación".

Carlos Francile, director del Observatorio Félix Aguilar, del que será parte el CART, aseguró que todo esto se traduce en la firmeza actual que tiene el proyecto. Según detalló, con casi todas las obras civiles terminadas (sólo falta el último tramo del acueducto que debe hacer OSSE), el envío de fondos pendiente le corresponde a China. Las partes del radiotelescopio están casi todas en San Juan, sólo resta un último envío cuando esté lista la antena de los sensores y parte de la aparatología más delicada. Y durante la operación, en la que ambos países tienen prioridad de uso, China también se hará cargo de los costos del personal, asegurando el funcionamiento independiente de decisiones políticas.

> Belén, la calingastina que trabaja mano a mano con técnicos chinos

Belén Escobar tiene 28 años, es calingastina y Técnica en Seguridad e Higiene, recibida en la sede que la UNSJ tiene en el departamento. Hace tres días se incorporó al equipo que está a cargo del ensamble del Radiotelescopio CART como responsable de seguridad en el área.

Si bien la joven no habla chino, la barrera del lenguaje no le impide comunicarse con los 16 técnicos que llegaron desde Asia para montar el radiotelescopio más grande de Latinoamérica. Para hacerlo posible, la tecnología es clave. Uno de los técnicos utiliza una aplicación en la que habla en su idioma y luego se traduce al español. De esa forma, la joven les indica las diferencias entre las normativas de seguridad entre ambos países. "Tenemos criterios distintos, pero ellos se adaptan", comentó Belén.

En pocos días, el vínculo entre la joven y los expertos chinos logró entablar confianza. "Me preguntan sobre política, las Malvinas y nuestras costumbres. También me convidaron de su comida, que es rica, pero muy picante", explicó la joven, a la que los técnicos siguen y obedecen.

 

> Geodesia, la rama científica que aprovecharán los sanjuaninos

El radiotelescopio tiene como función principal recibir las ondas electromagnéticas del espacio profundo, "escuchando" objetos lejanos, aunque no emitan luz, ampliando el horizonte de los telescopios ópticos. Pero, además, plantea la posibilidad de estudiar geodesia espacial, un rama que los científicos sanjuaninos esperan con ansias para aprovechar.

Es que el aparato permite dar precisión sobre el movimiento de la corteza terrestre con mayor exactitud que ningún otro sistema. Los datos, trabajado en red con otros radiotelescopios en todo el mundo, permiten darle información, por ejemplo, a los sistemas de GPS.

La falta de este tipo de aparatos en el hemisferio Sur hace que la geolocalización sea más inexacta. Por eso, Argentina era un lugar ideal para la construcción de un radiotelescopio.

San Juan ganó la pulseada gracias a su historia astronómica y porque habrá otro aporte científico del CART: gracias a su precisión, los técnicos podrán saber cuánto se mueven las placas tectónicas durante los sismos.