Los dos cámaras del Congreso argentino saben que deberán tratar en poco tiempo una serie de proyectos oficiales, pero hay incertidumbre sobre cuales son los temas que completarán la grilla de la agenda parlamentaria hasta el 10 de diciembre.
Aunque se desconocen la iniciativas legislativas que ahora pretende impulsar el Gobierno argentino, en la Cámara de Diputados permanecen en espera una serie de proyectos que podrían ser considerados si el oficialismo lo acuerda con el Ejecutivo.
Con posibilidad de llegar al recinto se encuentran proyectos de arrendamientos rurales y de lechería, una iniciativa contra la adulteración de medicamentos -que cuenta con dictamen- y otra para crear un banco de datos genéticos que establece cambios para la obtención de ADN por parte de la Justicia. Esta última puede llegar al recinto de la Cámara de Diputados en unos 15 días, confiaron fuentes del kirchnerismo.
También hay propuestas para modificar el monotributo, y eventualmente sancionar la limitación al uso de los superpoderes, que ya aprobó el Senado, pero no tuvo acuerdo para hacerse efectivo en Diputados.
Se espera que este miércoles la Cámara Alta aborde en el recinto la iniciativa de protección de la industria electrónica de Tierra del Fuego, que ya había sido aprobado en Diputados.
El proyecto contempla un aumento impositivo a bienes electrónicos (celulares, monitores de cristal líquido y GPS, entre otros) fabricados fuera de Tierra del Fuego, ya sea en otras provincias o en otros países. La iniciativa intenta sostener las fábricas y puestos laborales de un polo industrial clave como Tierra del Fuego, "que en los 90 sufrió el quebranto de muchísimas empresas", argumentan los que apoyan el proyecto.
¿Y la reforma?
Al igual que en Diputados, los dirigentes del bloque de senadores oficialistas desconocen las intenciones del Ejecutivo y tienden a considerar poco probable que el Gobierno remita al Congreso un proyecto de reforma política, como se había especulado.
Sostienen que el clima de confrontación que predominó en las relaciones del oficialismo con la oposición durante el debate de la ley de medios no dejó un ámbito propicio de consenso, que es el tono que al Gobierno le gustaría apelar para cambiar la legislación política, según anunciaron después de las elecciones de junio.
También reina la incertidumbre en la Cámara de Diputados, donde desconocen qué otros temas enfrentarán de aquí al fin de las sesiones ordinarias del Congreso que concluirán el 30 de noviembre, como establece la Constitución Nacional.
Para que haya deliberaciones en el período que va del 1 al 10 de diciembre -fecha que en que quedarán activados los mandatos de los nuevos legisladores- el Poder Ejecutivo deberá convocar a sesiones extraordinarias, de modo de garantizarse que se tratarán los temas que el Gobierno quiera antes de la asunción de los elegidos el 28 de junio pasado.
Tampoco el Senado sabe como sigue la agenda parlamentaria impulsada por el Gobierno. De todos modos, en la Cámara Alta las perspectivas están centradas en analizar -a comienzos de noviembre o en la segunda semana- las prórrogas y modificaciones de impuestos y el Presupuesto Nacional, que ya fueron aprobados en Diputados.
