Las declaraciones que dio en exclusiva para DIARIO DE CUYO el director Ejecutivo de Antofagasta Minerals, Francisco Veloso, la máxima autoridad del grupo que controla la minera Los Pelambres, cayeron como un baldazo de agua fría para el Gobierno provincial. La molestia llegó a tal punto que hoy tomará una dura decisión, ya que le dará de baja al acuerdo que había firmado con la empresa chilena para aislar y tapar la montaña de escombros que esta había armado en suelo calingastino sin ninguna autorización argentina. ¿Cuál fue la razón del enojo? En la Provincia señalan que los dichos del directivo desvirtúan el convenio, ya que si bien se estableció el aislamiento de la llamada escombrera Cerro Amarillo, se dejó asentado que era una tarea a realizar de manera inmediata para evitar una mayor contaminación y aclaraba que el retiro de los residuos estaba sujeto a una definición de la Justicia o la diplomacia entre ambos países. Sin embargo, fuentes oficiales explicaron que interpretan que la compañía no tiene ninguna intención de sacar las 52 millones de toneladas de rocas y que sólo hará la tarea de mitigación.

Las fuentes destacaron que hoy el gobernador Sergio Uñac firmará la resolución, en la que trabajaron tanto el Ministerio de Minería como Fiscalía de Estado. La misma será comunicada a la Justicia Federal, a la minera Los Pelambres, a la Cancillería y a la Secretaría de Minería de la Nación. Pese a que se suspenderá el acuerdo que apuntaba a prevenir impactos ambientales, en el Gobierno remarcaron que exigirán el cumplimiento de medidas precautorias ante las autoridades que corresponda, aunque no revelaron la estrategia a seguir.

Todo se desencadenó a raíz de la entrevista que le concedió Veloso a este medio, en la que ante una repregunta sobre si iban a retirar la escombrera, respondió que “nosotros lo que creemos que corresponde es efectivamente realizar este aislamiento de la instalación” (ver Frases). En el Gobierno no ocultaron la bronca, ya que dicha medida tenía como objetivo una solución ambiental y precautoria, hasta tanto se resolviera la remoción, ya sea por la vía judicial o diplomática. De hecho, San Juan siempre apuntó a que le sacaran la basura de su territorio.

El Ejecutivo había firmado este año el acuerdo con Los Pelambres, en el que se fijaron acciones de mitigación, las cuales se sumaron a las que se habían dispuesto el Juzgado Federal Nº1 en una cautelar. El caso llegó a esa instancia tras una demanda de Glencore, la empresa que planea explotar Pachón en Calingasta, debido a que la escombrera fue armada en su área de trabajo. La Provincia se hizo parte del pleito y surgió el convenio, en el que se imponían medidas urgentes como el retiro de casi 500 neumáticos, la instalación de una geomembrana y la construcción de un canal en la base de la escombrera para contener y tratar las aguas de lluvia y deshielo.

Pero el propio Uñac había mostrado su voluntad de suspender el convenio en el caso de que hubiera otro superador. ¿Cuál sería? Que la Cancillería argentina logre, a través de las gestiones diplomáticas con el país trasandino, que la compañía retire definitivamente los neumáticos y las toneladas de rocas.

De todas formas, la actitud de Veloso resultó el quiebre para el Gobierno.