Dos de los 21 imputados en el juicio que se desarrolla en San Juan por crímenes de lesa humanidad descalificaron declaraciones de testigos y negaron las acusaciones que enfrentan, al hacer uso del derecho a ampliar sus declaraciones indagatorias.
“Hay algunos testigos que me mencionan pero ninguno me ha reconocido como partícipe de los hechos que están denunciado”, sostuvo Eduardo Daniel Cardozo, acusado de secuestros, torturas, violaciones y desapariciones en San Juan, entre ellas la de la militante y modelo franco-argentina Marie Anne Erize.
Por su parte, Juan Francisco Del Torchio buscó desligarse del secuestro del soldado conscripto Jorge Alberto Bonil, que era su asistente y desapareció el 28 de febrero de 1977, cuando cumplía con el servicio militar en el Regimiento 22 de Infantería de Montaña, en la localidad sanjuanina de Marquesado.
Ambos acusados y oficiales retirados del Ejército ampliaron sus declaraciones indagatorias ante el Tribunal Oral Federal de San Juan (TOF), integrado por los jueces Sergio Paduczak (presidente), Ángel Gabriel Nardiello y Guillermo Friele, en el marco del debate oral iniciado el 13 de marzo del año pasado y que está a punto de terminar.
Cardozo agregó que “algunos testimonios vertidos son mentiras y basados en el libro de (Eloy) Camus”, un militante de los derechos humanos que declaró por primera vez apenas concluida la última dictadura.
En el testimonio que brindó en 1984, Eloy Camus recordó que había preguntado a Bonil por Erize y que el soldado le había respondido: “La secuestró (Jorge) Olivera, que con Cardozo se jactan de cómo la violaron, torturaron y mataron”. En cuanto al conscripto Bonil, que era asistente de Del Torchio, le faltaban sólo dos días para recibir la baja y al parecer militaba en Montoneros, según declaro la ahora jueza provincial Margarita Camus, en aquella época integrante de esa organización.
En la ampliación de indagatoria, Del Torchio dijo que Bonil “era muy buen soldado” y que de haber sido montonero “podría haber hecho cualquier cosa, porque tenía libertad de movimientos en el regimiento y gozaba de toda la confianza”.
El acusado afirmó qué Bonil “se fue sin dejar rastro” por lo que fue declarado ‘desertor‘, la misma versión que los mandos del Ejército dieron durante la dictadura sobre todos los soldados detenidos-desaparecidos. El lunes próximo, el juicio continuará con otras ampliaciones de indagatorias pedidas hasta hoy por otros tres imputados: Juan Carlos Méndez Casariego y Pedro Eduardo