Cuando todavía no se conoce cómo será el procedimiento legal para instrumentar el casamiento entre personas del mismo sexo, porque recién la presidenta Cristina Fernández promulgó ayer la nueva norma (ver aparte), ya hay consultas en la provincia de eventuales interesados.

Según la responsable de la oficina que funciona en el Centro Comercial del Barrio Aramburu, en Rivadavia, quien prefirió no dar a conocer su nombre, ya hubo unas diez consultas de homosexuales que estarían dispuestos a formalizar ante la ley su situación. Y que como todavía no se conocen los detalles fueron derivados a las oficinas centrales del Registro Civil, que funcionan en la calle Laprida casi avenida Rioja.

En el entorno de la funcionaria dijeron que aparentemente tiene contactos entre la comunidad gay de la provincia y que por eso habrían concurrido con ella para obtener asesoramiento.

Según los usos y costumbres en la mayoría de las delegaciones del Registro Civil que funcionan en la provincia no todos los días se celebran matrimonios. Como se trata de casi todas de espacios reducidos donde los contrayentes tendrían que compartir el espacio con la gente que hace sus trámites habituales, se opta por celebrar las uniones civiles los días viernes. En esa jornada no se cumple con el resto de los trámites y las delegaciones se dejan para los casamientos, a los que no sólo concurren los contrayentes sino también sus familiares y amigos y por eso demandan espacio y privacidad para compartir el momento.

Se estima, porque todavía no hay detalles al respecto, que las bodas gay también se podrían celebrar los días viernes.

A partir de la sanción de la ley que habilita el casamiento entre personas del mismo sexo, Argentina podría convertirse en el paraíso de parejas homosexuales que, limitadas por las normas de sus países de origen, decidirían emprender un viaje para dar el paso. Ya se habla de una pareja de novios chilenos que quieren sacar turno para contraer matrimonio en Mendoza y abundan los rumores que apuntan a una boda mucho más glamorosa, la del mismísimo Ricky Martin.

En las oficinas sanjuaninas están a la espera de instrucciones para saber cómo proceder.