La causa conexa que se disparó por los precios inflados en terrenos que adquirió el Estado sigue sumando casos que levantan severas sospechas. El ciudadano Daniel Anes denunció por estafa a su propio hermano y a los abogados de sus padres en un juicio de expropiación y un sucesorio y les endilga no haber rendido algo más de 5 millones de pesos que le correspondían a su familia. Los apuntados con nombre y apellido por el denunciante son Santiago Graffigna, Fabián Mazzanti, cuñado del juez Carlos Macchi, quien a su vez está en la mira por otros casos, y el exdiputado iglesiano Ramón Héctor Anes.
La denuncia ingresó a la fiscalía de turno el martes, pero recién se conoció ayer. Según el expediente, Daniel Anes reclama que de 11,6 millones de pesos que pagó la provincia por la expropiación, los abogados sólo rindieron 6,5 millones y que del resto no hay novedades. Y además del delito de estafa que les endilga, le pide a la jueza que entenderá en el caso que investigue si hubo también retención indebida y asociación ilícita entre los letrados y su hermano.
Daniel es heredero de Ramón Gedeón Anes, que era el propietario de dos inmuebles que la provincia expropió en 1994 para hacer el dique Cuesta del Viento. El padre de familia falleció en diciembre 2008 y ahí se abrió el sucesorio, en donde su esposa, Graciela Marinero, fue designada como administradora judicial.
El abogado en el juicio de expropiación era Graffigna, que mientras vivía Anes padre tenía poder para cobrar los pagos que realizaba la provincia por los inmuebles que habían sido expropiados. Mientras que Mazzanti, fue el abogado del sucesorio que se disparó tras el fallecimiento del jefe de familia.
La raíz de todo es el juicio de expropiación, que se tramitó en el juzgado que dirige Macchi. Por algo más de 7,5 hectáreas, el juez fijó sentencia por 11,6 millones de pesos en 2007 y a fines de ese año, Graffigna empezó a retirar los primeros desembolsos que hizo la provincia. Aparentemente con esos pagos, Anes padre les cedió a sus tres hijos, Daniel, Ramón Héctor y Graciela, 2,5 millones de pesos como adelanto de herencia.
Tras el fallecimiento del titular de los inmuebles, Graffigna supuestamente le rindió a la esposa algo más de 4 millones de pesos que cobró por el juicio (cuando al abogado le pidieron explicaciones detalló pagos por esa suma, pero no lo acreditó con comprobantes). Junto a los 2,5 millones, hacen un total de 6,5 millones de pesos que fueron rendidos. En definitiva, hay un faltante de 5 millones de pesos que nadie sabe dónde están y que son los que reclama Daniel.
Mazzanti es abogado de Ramón Héctor, se hizo cargo del sucesorio y era el representante legal de la madre, que sufría un problema de demencia senil. Daniel cuenta en la presentación que hizo, que el letrado y su hermano le hicieron firmar a todos los herederos un dudoso instructivo para darle la facultad a Graffigna de tramitar los embargos y cobrar los pagos de la expropiación. Y agrega que les dijeron que “debía realizarse de esa manera porque solamente él podía manejar los pagos con celeridad en el Quinto Juzgado Civil y que si no se hacía así, no íbamos a cobrar un centavo”.
Justamente el juzgado de Macchi, que es uno de los magistrados en el ojo de la tormenta por su participación en juicios donde se sospecha que hubo maniobras fraudulentas para llevar a las nubes los precios de los inmuebles que tenía que pagar la provincia. Puntualmente, en este juicio, entre otras cosas, lo señalan por dejar que la tasación de los terrenos se hiciera sin tener en cuenta el acta de desposesión y a valores actuales.
Cuando Daniel le envió una carta documento, dijeron fuentes calificadas, Mazzanti le contestó que no había intervenido en el juicio de expropiación. Sin embargo, el abogado tuvo una confusa participación en el expediente. Las fuentes contaron que en marzo de 2008 se presentó en el juzgado de Macchi, su cuñado, en donde se tramitó, haciéndose parte y que a los días sorpresivamente renunció.
Por otra parte, Daniel afirma que su hermano sabía que la madre de ambos no estaba en condiciones de firmar papeles o recibir plata. Y por eso, señalaron las fuentes, Ramón Héctor era el que la acompañaba a cobrar el dinero que le daba Graffigna.
Los 4 millones que supuestamente rindió el abogado deberían haber entrado al sucesorio, para repartirse entre los herederos. Pero aparentemente lo único que cobró Daniel fue la cesión de su padre. Por lo que también se desconoce el destino de esos fondos.
Daniel acusa a Graffigna, Mazzanti y su hermano de connivencia. Esto es, que se pusieron de acuerdo para quedarse con la mayor parte de los 11,6 millones de pesos que había para cobrar.
Graffigna es el principal sospechoso de las presuntas irregularidades en juicios de expropiaciones que perjudicaron en millones de pesos al Estado (ver recuadro página 2), que se están investigando en la megacausa. Los otros actores acusados esta vez son conocidos por su pasado político. Anes fue diputado provincial por el bloquismo en el periodo 1999-2003- y Mazzanti jugó como candidato a intendente de Capital en 2003.

