"La fe del hijo de Dios potencia esa dimensión de la caridad que es la ciudadanía. Que esta Navidad nos dé el regalo de la ciudadanía y el servicio y veremos como la fe potencia nuestra capacidad de servir". Monseñor Alfonso Delgado potenció ayer varias veces la palabra "ciudadanía" como deseo para los sanjuaninos, de cara al Bicentenario.
Fue en la tradicional misa de Navidad que ofreció para todas las autoridades provinciales -de los tres poderes- en los jardines de Casa de Gobierno encabezada por José Luis Gioja, el presidente de la Corte de Justicia Juan Carlos Caballero Vidal, el vicegobernador Rubén Uñac, entre otros.
Monseñor apuntó a los Bicentenarios que Argentina celebrará en el año que se inicia y en 2016, en recordatorio a la gesta de Mayo y de la Declaración de la Independencia, respectivamente. También lo había hecho en su mensaje el pasado martes.
Con los gobernantes, a diferencia de otros años, se mostró conciliador: "A todos nos gusta que la gente nos quiera y una persona que tiene responsabilidad pública pienso que también desea el afecto, el aprecio de sus conciudadanos, ser parte de ese entramado social que hace posible sumar al bien común", dijo.
Pero destapó lo que describió como un pedido de soborno en el sector privado: "Me lo contó una persona al frente de una empresa grande, que recibe una vez en su despacho a otra persona que pertenece a otro ámbito de la vida privada, y empieza a conversar de bueyes perdidos, y le llegó a decir que si no hay un acuerdo, un arreglo, una cierta sintonía, su empresa no va a andar bien". El obispo concluyó la anécdota diciendo que el empresario le llamó a la otra persona y le dijo que podían hacer eso porque son cristianos y que detrás del teléfono se lo agradecieron.
