Las letras gigantes del edificio principal de la exbodega Cavic contrastan con las que están más abajo, en un cartel, cerca de la calle de ingreso al predio.
El primero dice “Bodega del Estado” y refleja lo que fue una entidad insignia para la vitivinicultura. El segundo es una señal de tránsito que indica “Depósito Judicial” y marca la realidad que presenta hoy el terreno de calle Tucumán y Benavídez: un cementerio de vehículos.
El Gobierno ya empezó a lavarle la cara al predio, ya que ha trasladando varios autos a su nueva morada, un terreno en 9 de Julio. Según el ministro Emilio Baistrocchi, terminarán la movida dentro de 40 días.
Ese movimiento es una de las dos actividades que rompen la paz en el gigante inmueble. La otra es la que generan los pocos trabajadores de las tres bodegas (Carrascosa, Enav y González Valverde) que tienen en concesión parte de las vasijas que eran del Estado, quienes llegan para hacer sus labores diarios de control.
El edificio que más llama la atención es el último del predio y que está ubicado hacia el Este. El lugar cuenta con todas las características de una gran bodega, piletones de varias dimensiones y de gran altura, pero hoy no contienen nada de vino, aunque sí guardan algunos viejos expedientes de la Policía.
Entre los pasillos y los dos pisos que contiene la estructura, se encuentran unas 10 mil bicicletas y cerca de 7 mil motos que se han acumulado a través de los años por causas judiciales.
Fuera de la chatarra y las estructuras de la bodega, en la entrada principal hay dos casas donde funcionan dependencias del Ministerio de la Producción, una es la Dirección de Desarrollo Pecuario y la otra es el Instituto de Investigaciones Tecnológicas. Ambas serán trasladadas en el corto plazo y todo el terreno de la ex Cavic quedará a disposición para la futura Ciudad Judicial.
Autos trasladados
554: Es la cantidad de vehículos que ya han sido retirados del predio y llevados al nuevo depósito de 9 de Julio. Todavía resta que trasladen más de 700.