"El Jury no se mancha", dijo ayer Guillermo De Sanctis, al dar un paso al costado del proceso de destitución iniciado contra el juez de Jáchal, Javier Alonso. El ministro de la Corte utilizó el término maradoniano al referirse a la decisión que tomó de apartarse del Jurado de Enjuiciamiento, con el objetivo de mantener "la pulcritud de la causa, la transparencia y a fin de eliminar cualquier duda que tuviera la defensa". El cortista no consintió los motivos de recusación que esgrimió la defensa del magistrado porque, si bien reconoció haber participado en un proceso previo a la denuncia, como miembro de la sala de Superintendencia de la Corte, sostuvo que "no he emitido opinión o juicio de valor alguno ni he prejuzgado", pero, ante cualquier duda, "yo mismo me aparto". Tras el alejamiento, su puesto fue ocupado por su par Marcelo Lima, quien ayer juró ante el resto de los miembros del Jurado.
La recusación contra el ahora expresidente del Jury refleja la dura defensa que planteará el juez en el proceso que se le ha iniciado para su remoción. Los abogados del magistrado, Marcelo Fernández y Franco Montes, también apuntaron contra la participación del fiscal de Estado Jorge Alvo, ya que sostienen que su intervención es inconstitucional. Ese planteo será analizado por el Jury en una reunión con fecha a definir. Además, los profesionales también cuestionaron el retiro de la documentación que una comitiva de la Corte hizo en el juzgado de Jáchal, luego de que Alonso fuera suspendido. Según confirmó Lima, flamante titular del Jurado, esos planteos no frenan el plazo que tiene el juez de Jáchal para ejercer su defensa ante el Jury, el que finaliza la penúltima semana del mes.