La presidenta Cristina Fernández y Julio Cobos mantuvieron ayer un duelo verbal a distancia luego que la mandataria sostuviera que su vicepresidente "quiere ser presidente antes del 2011′, al tiempo que aseguró que "aunque no sea ético ni correcto, desde la vicepresidencia quiere ser el candidato del principal partido de la oposición’. "Nunca se vio en la historia del país una cosa como ésta. Me parece que no quiere esperar al 2011 y quiere ser presidente antes. Estos son los que hablan de gobernabilidad’, afirmó la presidenta, al encabezar en la Casa de Gobierno el acto de firma del contrato para la ampliación de la planta depuradora de líquidos cloacales de la ciudad bonaerense de Campana. Tras insistir en que hay "una maniobra política en su contra’, Cristina hizo referencia además a la actitud de la jueza María José Sarmiento, que falló a favor del ex presidente del BCRA, Martín Redrado, y la calificó como una "jueza delivery’, a la cual la oposición "va, le pide algo y se lo concede’.
Durante su discurso, la presidenta consideró que "nada de lo que nos pasó fue culpa de afuera; porque encontraron a otros argentinos para poder hacer ese endeudamiento y ahogar al país. Hoy esta historia se repite’, a la vez que calificó de "okupa’ a Redrado por no abandonar su cargo.
Las duras declaraciones de la presidenta no pasaron desapercibidas para Cobos que anoche, en la vereda de su casa en Mendoza, y en una improvizada conferencia de prensa salió a responderle a Cristina.
Las expresiones de la presidenta Cristina Fernández "afectan mi honradez’ e insistió en que completaría su mandato: "nos iremos juntos’ en el 2011′, sentenció.
Cobos adelantó que en la reunión de presidentes de bloque que encabezó el lunes en el Senado, "hay varios, entre ellos la UCR e incluso dirigentes del justicialismo, que quieren ayudar y están dispuestos a consensuar una ley que ponga esos fondos discutidos como garantía del pago de la porción de la deuda que está en el Presupuesto".
Antes de este encuentro con los periodistas, en la vereda de su casa de la Sexta Sección de la capital mendocina (en calle Joaquín V. González), la presidenta de la Nación le había imputado por TV, intenciones conspirativas y que no quería "esperar hasta el 2011 para quedarse con el gobierno".
El vicepresidente, insistió en que interrumpió sus vacaciones en Chile "para ver en qué podía ayudar". Dijo de las acusaciones de conspiración que "eso es un absurdo y me agravia, porque yo he sido marginado de todas las consultas y decisiones del Ejecutivo y he centralizado mi acción en el Senado, donde seguiré aportando hasta el final de mi mandato". Cobos afirmó que volvió al país "para ayudar y explicó que por eso había convocado a la reunión de presidentes de bloque en el Senado ("para ver si podíamos aportar algún mecanismo de solución, como ya lo habíamos hecho cuando se pagó la deuda del FMI").
"No tengo mala fe’, insistió cuando los periodistas le reiteraron que Aníbal Fernández había definido lo del Senado como "una payasada". "¡Que presenten pruebas de mi conspiración!", repitió ya molesto.

